Que es la pedofilia



Pederastia

se considera abuso sexual infantil (o pederastia) a toda conducta en la que un menor es utilizado sin su consentimiento como objeto sexual por parte de otra persona con la que mantiene una relación de desigualdad, ya sea en cuanto a la edad, la madurez o el poder. Se trata de
un problema universal que está presente, de una u otra forma, en todas las culturas y sociedades y que constituye un complejo fenómeno resultante de una combinación de factores individuales, familiares y sociales. (...) Supone una interferencia en el desarrollo evolutivo del niño y puede dejar unas secuelas que no siempre remiten con el paso del tiempo.

El abuso sexual constituye una experiencia traumática y es vivido por la víctima como un atentado contra su integridad física y psicológica, y no tanto contra su sexo, por lo que constituye una forma más de victimización en la infancia, con secuelas parcialmente similares a las generadas en casos de maltrato físico, abandono emocional, etc. Si la víctima no recibe un tratamiento psicológico adecuado, el malestar puede continuar incluso en la edad adulta.

En su mayoría, los abusadores son hombres (entre un 80 y un 95% de los casos) heterosexuales que utilizan la confianza y familiaridad, y el engaño y la sorpresa, como estrategias más frecuentes para someter a la víctima. La media de edad de esta ronda entre los 8 y 12 años (edades en las que se producen un tercio de todas las agresiones sexuales). El número de niñas que sufren abusos es entre 1,5 y 3 veces mayor que el de niños.

Los niños con mayor riesgo de ser objeto de abusos son:

* aquellos que presentan una capacidad reducida para resistirse o para categorizar o identificar correctamente lo que están sufriendo, como es el caso de los niños que todavía no hablan y los que tienen retrasos del desarrollo y minusvalías físicas y psíquicas;
* aquellos que forman parte de familias desorganizadas o reconstituidas, especialmente los que padecen falta de afecto que, inicialmente, pueden sentirse halagados con las atenciones del abusador;
* aquellos en edad prépuber con claras muestras de desarrollo sexual;
* aquellos que son, también, víctimas de malos tratos.

Según un cálculo de las llamadas cifras ocultas, entre el 5 y el 10% de los hombres han sido objeto en su infancia de abusos sexuales y, de ellos, aproximadamente la mitad ha sufrido un único abuso.

Los abusos a menores de edad se dan en todas las clases sociales, ambientes culturales o razas. También, en todos los ámbitos sociales, aunque la mayor parte ocurre en el interior de los hogares y se presentan habitualmente en forma de tocamientos por parte del padre, los hermanos o el abuelo (las víctimas suelen ser, en este ámbito, mayoritariamente niñas). Si a estos se añaden personas que proceden del círculo de amistades del menor y distintos tipos de conocidos, el total constituye entre el 65-85% de los agresores.

Los agresores completamente desconocidos constituyen la cuarta parte de los casos y, normalmente, ejercen actos de exhibicionismo; sus víctimas son chicos y chicas con la misma frecuencia.

El 20-30% de los abusos sexuales a niños son cometidos por otros menores.

Es un acto considerado un delito por la legislación internacional y la mayoría de los países modernos, aunque no siempre haya una correspondencia entre el concepto psicológico y el jurídico del problema y no exista consenso sobre los procesamientos jurídicos de los abusadores.

Tanto los testimonios de adultos y niños sobre haber sido objeto de abusos sexuales suelen ser ciertos. Respecto de los adultos, el síndrome de la memoria falsa suele ser poco frecuente debido a que se trata de sucesos que dejan una impronta muy relevante en la memoria. En cuanto a los niños, solo un 7% de las denuncias resultan ser falsas; el porcentaje aumenta considerablemente cuando el niño está viviendo un proceso de divorcio conflictivo entre sus padres.

Pedófilos

¿Cómo actúan?
Los pedófilos y pederastas actúan de diversas maneras para conseguir niños y niñas, con la finalidad de abusar de ellos, integrarlos en una red de prostitución infantil o para elaborar pornografía. Conocer su forma de actuar es fundamental para mejorar la seguridad de los menores. Tanto los padres y educadores como los niños deben conocerlas:


1º. En las salas de juegos recreativos. Algunos pederastas frecuentan estas salas para, después de seleccionar a un menor, ofrecerse a pagarle algunas partidas o retarle a jugar contra él. Los abusos no se producen en el primer encuentro, ya que los pederastas normalmente intentan ganarse primero su confianza. Otros prefieren invitar al menor a una hamburguesa o se ofrecen a llevarle al cine.


2º. Las zonas marginales. Algunos pederastas prefieren frecuentar zonas deprimidas para buscar niños o adolescentes desatendidos o con muchas carencias. Les ofrecen entonces algún tipo de trabajo y les aseguran dinero fácil.


3º.

Fuente(s):

Internet:

http://es.wikipedia.org/wiki/Abuso_sexua…

www.aldia.cr/especiales/altoalapedofil…

Steve Jobs: un discurso que inspiró a millones

Publicamos el video y el texto de ese histórico discurso en la Universidad de Stanford. Para ver, leer y compartir.











Steve Jobs renuncia como CEO de Apple; lo sustituye Tim Cook
Steve Jobs: un visionario, un entusiasta, un luchador. Su célebre discurso en Stanford inspiró a millones en todo el mundo.
Discurso de Steve Jobs. Universidad de Stanford. 2005:

"Tengo el honor de estar hoy aquí con vosotros en vuestro comienzo en una de las mejores universidades del mundo. La verdad sea dicha, yo nunca me gradué.

A decir verdad, esto es lo más cerca que jamás he estado de una graduación universitaria.

Hoy os quiero contar tres historias de mi vida. Nada especial. Sólo tres historias.

La primera historia versa sobre “conectar los puntos”.

Dejé la Universidad de Reed tras los seis primeros meses, pero después seguí vagando por allí otros 18 meses, más o menos, antes de dejarlo del todo. Entonces, ¿por qué lo dejé?

Comenzó antes de que yo naciera.

Mi madre biológica era una estudiante joven y soltera, y decidió darme en adopción. Ella tenía muy claro que quienes me adoptaran tendrían que ser titulados universitarios, de modo que todo se preparó para que fuese adoptado al nacer por un abogado y su mujer.

Solo que cuando yo nací decidieron en el último momento que lo que de verdad querían era una niña.

Así que mis padres, que estaban en lista de espera, recibieron una llamada a medianoche preguntando:

“Tenemos un niño no esperado; ¿lo queréis?”

“Por supuesto”, dijeron ellos.

Mi madre biológica se enteró de que mi madre no tenía titulación universitaria, y que mi padre ni siquiera había terminado el bachillerato, así que se negó a firmar los documentos de adopción. Sólo cedió, meses más tarde, cuando mis padres prometieron que algún día yo iría a la universidad.

Y 17 años más tarde fui a la universidad. Pero de forma descuidada elegí una universidad que era casi tan cara como Stanford, y todos los ahorros de mis padres, de clase trabajadora, los estaba gastando en mi matrícula.

Después de seis meses, no le veía propósito alguno. No tenía idea de qué quería hacer con mi vida, y menos aún de cómo la universidad me iba a ayudar a averiguarlo.

Y me estaba gastando todos los ahorros que mis padres habían conseguido a lo largo de su vida. Así que decidí dejarlo, y confiar en que las cosas saldrían bien.

En su momento me dio miedo, pero en retrospectiva fue una de las mejores decisiones que nunca haya tomado.

En el momento en que lo dejé, ya no fui más a las clases obligatorias que no me interesaban y comencé a meterme en las que parecían interesantes. No era idílico. No tenía dormitorio, así que dormía en el suelo de las habitaciones de mis amigos, devolvía botellas de Coca Cola por los 5 céntimos del envase para conseguir dinero para comer, y caminaba más de 10 Km los domingos por la noche para comer bien una vez por semana en el templo de los Hare Krishna.

Me encantaba.

Y muchas cosas con las que me fui topando al seguir mi curiosidad e intuición resultaron no tener precio más adelante.

Os daré un ejemplo.

En aquella época la Universidad de Reed ofrecía la que quizá fuese la mejor formación en caligrafía del país. En todas partes del campus, todos los póster, todas las etiquetas de todos los cajones, estaban bellamente caligrafiadas a mano.

Como ya no estaba matriculado y no tenía clases obligatorias, decidí atender al curso de caligrafía para aprender cómo se hacía.

Aprendí cosas sobre el serif y tipografías sans serif, sobre los espacios variables entre letras, sobre qué hace realmente grande a una gran tipografía.

Era sutilmente bello, histórica y artísticamente, de una forma que la ciencia no puede capturar, y lo encontré fascinante. Nada de esto tenía ni la más mínima esperanza de aplicación práctica en mi vida. Pero diez años más tarde, cuando estábamos diseñando el primer ordenador Macintosh, todo eso volvió a mí.

Y diseñamos el Mac con eso en su esencia. Fue el primer ordenador con tipografías bellas. Si nunca me hubiera dejado caer por aquél curso concreto en la universidad, el Mac jamás habría tenido múltiples tipografías, ni caracteres con espaciado proporcional. Y como Windows no hizo más que copiar el Mac, es probable que ningún ordenador personal los tuviera ahora. Si nunca hubiera decidido dejarlo, no habría entrado en esa clase de caligrafía y los ordenadores personales no tendrían la maravillosa tipografía que poseen.

Por supuesto, era imposible conectar los puntos mirando hacia el futuro cuando estaba en clase, pero fue muy, muy claro al mirar atrás diez años más tarde.

Lo diré otra vez: no puedes conectar los puntos hacia adelante, sólo puedes hacerlo hacia atrás. Así que tenéis que confiar en que los puntos se conectarán alguna vez en el futuro. Tienes que confiar en algo, tu instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea.

Esta forma de actuar nunca me ha dejado tirado, y ha marcado la diferencia en mi vida.

Mi segunda historia es sobre el amor y la pérdida.

Tuve suerte — supe pronto en mi vida qué era lo que más deseaba hacer. Woz y yo creamos Apple en la cochera de mis padres cuando tenía 20 años. Trabajamos mucho, y en diez años Apple creció de ser sólo nosotros dos a ser una compañía valorada en 2 mil millones de dólares y 4.000 empleados.

Hacía justo un año que habíamos lanzado nuestra mejor creación — el Macintosh — un año antes, y hacía poco que había cumplido los 30.

Y me despidieron.

¿Cómo te pueden echar de la empresa que tú has creado?

Bueno, mientras Apple crecía contratamos a alguien que yo creía muy capacitado para llevar la compañía junto a mí, y durante el primer año, más o menos, las cosas fueron bien. Pero luego nuestra perspectiva del futuro comenzó a ser distinta y finalmente nos apartamos completamente. Cuando eso pasó, nuestra Junta Directiva se puso de su parte.

Así que a los 30 estaba fuera. Y de forma muy notoria.

Lo que había sido el centro de toda mi vida adulta se había ido y fue devastador.

Realmente no supe qué hacer durante algunos meses. Sentía que había dado de lado a la anterior generación de emprendedores, que había soltado el testigo en el momento en que me lo pasaban. Me reuní con David Packard [de HP] y Bob Noyce [Intel], e intenté disculparme por haberlo fastidiado tanto. Fue un fracaso muy notorio, e incluso pensé en huir del valle [Silicon Valley].

Pero algo comenzó a abrirse paso en mí — aún amaba lo que hacía. El resultado de los acontecimientos en Apple no había cambiado eso ni un ápice. Había sido rechazado, pero aún estaba enamorado. Así que decidí comenzar de nuevo.

No lo vi así entonces, pero resultó ser que el que me echaran de Apple fue lo mejor que jamás me pudo haber pasado.

Había cambiado el peso del éxito por la ligereza de ser de nuevo un principiante, menos seguro de las cosas. Me liberó para entrar en uno de los periodos más creativos de mi vida. Durante los siguientes cinco años, creé una empresa llamada NeXT, otra llamada Pixar, y me enamoré de una mujer asombrosa que se convertiría después en mi esposa.

Pixar llegó a crear el primer largometraje animado por ordenador, Toy Story, y es ahora el estudio de animación más exitoso del mundo. En un notable giro de los acontecimientos, Apple compró NeXT, yo regresé a Apple y la tecnología que desarrollamos en NeXT es el corazón del actual renacimiento de Apple. Y Laurene y yo tenemos una maravillosa familia.

Estoy bastante seguro de que nada de esto habría ocurrido si no me hubieran echado de Apple. Creo que fue una medicina horrible, pero supongo que el paciente la necesitaba. A veces, la vida te da en la cabeza con un ladrillo. No perdáis la fe. Estoy convencido de que la única cosa que me mantuvo en marcha fue mi amor por lo que hacía. Tenéis que encontrar qué es lo que amáis. Y esto vale tanto para vuestro trabajo como para vuestros amantes.

El trabajo va a llenar gran parte de vuestra vida, y la única forma de estar realmente satisfecho es hacer lo que consideréis un trabajo genial. Y la única forma de tener un trabajo genial es amar lo que hagáis. Si aún no lo habéis encontrado, seguid buscando.

No os conforméis.

Como en todo lo que tiene que ver con el corazón, lo sabréis cuando lo hayáis encontrado. Y como en todas las relaciones geniales, las cosas mejoran y mejoran según pasan los años. Así que seguid buscando hasta que lo encontréis.

No os conforméis.

Mi tercera historia es sobre la muerte.

Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo como: “Si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón”. Me marcó, y desde entonces, durante los últimos 33 años, cada mañana me he mirado en el espejo y me he preguntado: “Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?” Y si la respuesta era “No” durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo.

Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que haya encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida.

Porque prácticamente todo, las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante.

Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no seguir tu corazón.

Hace casi un año me diagnosticaron cáncer.

Me hicieron un chequeo a las 7:30 de la mañana, y mostraba claramente un tumor en el páncreas. Ni siquiera sabía qué era el páncreas. Los médicos me dijeron que era prácticamente seguro un tipo de cáncer incurable y que mi esperanza de vida sería de tres a seis meses. Mi médico me aconsejó que me fuese a casa y dejara zanjados mis asuntos, forma médica de decir: prepárate a morir.

Significa intentar decirle a tus hijos en unos pocos meses lo que ibas a decirles en diez años. Significa asegurarte de que todo queda atado y bien atado, para que sea tan fácil como sea posible para tu familia. Significa decir adiós.

Viví todo un día con ese diagnóstico.

Luego, a última hora de la tarde, me hicieron una biopsia, metiéndome un endoscopio por la garganta, a través del estómago y el duodeno, pincharon el páncreas con una aguja para obtener algunas células del tumor. Yo estaba sedado, pero mi esposa, que estaba allí, me dijo que cuando vio las células al microscopio el médico comenzó a llorar porque resultó ser una forma muy rara de cáncer pancreático que se puede curar con cirugía.

Me operaron, y ahora estoy bien. Esto es lo más cerca que he estado de la muerte, y espero que sea lo más cerca que esté de ella durante algunas décadas más. Habiendo vivido esto, ahora os puedo decir esto con más certeza que cuando la muerte era un concepto útil, pero puramente intelectual:

Nadie quiere morir.

Ni siquiera la gente que quiere ir al cielo quiere morir para llegar allí. Y sin embargo la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y así tiene que ser, porque la Muerte es posiblemente el mejor invento de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Retira lo viejo para hacer sitio a lo nuevo.

Ahora mismo lo nuevo sois vosotros, pero dentro de no demasiado tiempo, de forma gradual, os iréis convirtiendo en lo viejo, y seréis apartados. Siento ser tan dramático, pero es bastante cierto. Vuestro tiempo es limitado, así que no lo gastéis viviendo la vida de otro.

No os dejéis atrapar por el dogma que es vivir según los resultados del pensamiento de otros.

No dejéis que el ruido de las opiniones de los demás ahogue vuestra propia voz interior.

Y lo más importante, tened el coraje de seguir a vuestro corazón y vuestra intuición.

De algún modo ellos ya saben lo que tú realmente quieres ser.

Todo lo demás es secundario.

Cuando era joven, había una publicación asombrosa llamada The Whole Earth Catalog [Catálogo de toda la Tierra], una de las biblias de mi generación. La creó un tipo llamado Stewart Brand no lejos de aquí, en Menlo Park y la trajo a la vida con su toque poético. Eran los últimos años 60, antes de los ordenadores personales y la autoedición, así que se hacía con máquinas de escribir, tijeras, y cámaras Polaroid. Era como Google con tapas de cartulina, 35 años de que llegara Google, era idealista, y rebosaba de herramientas claras y grandes conceptos. Stewart y su equipo sacaron varios números del The Whole Earth Catalog, y cuando llegó su momento, sacaron un último número.

Fue a mediados de los 70, y yo tenía vuestra edad.

En la contraportada de su último número había una fotografía de una carretera por el campo a primera hora de la mañana, la clase de carretera en la que podrías encontrarte haciendo autoestop si sois aventureros. Bajo ella estaban las palabras:

“Sigue hambriento. Sigue alocado”.

Era su último mensaje de despedida. Sigue hambriento. Sigue alocado.

Y siempre he deseado eso para mí. Y ahora, cuando os graduáis para comenzar de nuevo, os deseo eso a vosotros.

Seguid hambrientos. Seguid alocados.

Muchísimas gracias a todos".

VIDEO: Discurso de Steve Jobs en la Universidad de Stanford. 2005. Subtitulado en español.





Steve Jobs, las fotos de una vida dedicada a Apple


El creador de la compañía de la manzanita marcó un antes y un después en la industria de la informática, la música y la telefonía. Mirá la galería de fotos.
Steve Jobs, las fotos de una vida dedicada a Apple
Jobs convirtió a Apple en una de las compañías más exitosas en el mundo.
Steve Jobs logró mucho más que el renacimiento de Apple, la empresa que confundó y luego salvó de la bancarrota: con sus computadoras, reproductores multimedia y teléfonos inteligentes hizo que la informática impregnara la vida cotidiana de millones de personas.

Apple estaba al borde de la quiebra cuando su emblemático jefe, que renunció hace unas semanas a la presidencia ejecutiva por motivos de salud, retomó las riendas en 1997 y la convirtió en una de las compañías más exitosas en el mundo.

El legado de Steve Jobs

Sin embargo, "su legado va mucho más allá de Apple", dijo el analista Michael Gartenberg, de Gartner. Su inspiración visionaria cambió la vida diaria de los usuarios de dispositivos tecnológicos, afirmó.

El impacto de Jobs comenzó en la década de 1970, cuando junto con Steve Wozniak creó sus primeras computadoras personales, las Macintosh, dijo Charles Golvin, de Forrester. "El concepto de que una computadora puede ser un objeto deseado por los consumidores proviene de él".

Los dispositivos de Microsoft siguen dominando el ámbito laboral. Pero Jobs creó máquinas fáciles de utilizar, equipadas con un ratón e íconos de pantalla para activar los programas o abrir archivos.

El carismático empresario dejó también su impronta en las películas animadas: después de haber compradoPixar en 1986, cuando tuvo que renunciar a Apple por una lucha de poder interna, "redefinió la idea de que un dibujo animado puede hacerse por computadora", dijo Gartenberg. Esto llevó al éxito de "Toy Story" y "Cars".

Jobs transformó además la industria de la música con el reproductor iPod y la tienda online iTunes de música digitalizada.

Antes del iPod y de iTunes, la industria de la música lidiaba con cómo ganar dinero vendiendo música digital y luchaba para evitar la piratería. Con el iPod, Apple dio a los amantes de la música una nueva forma de escucharla en cualquier lugar y dio a los sellos discográficos y a los artistas un canal controlado de distribución de las canciones.

"Jobs reinventó el modelo económico de la música", precisó Gartenberg. "No sólo logró producir un dispositivo de gran éxito comercial con el iPod, sino que iTunes se convirtió en el distribuidor de música más exitoso del planeta".

El ex jefe de Apple también modificó los criterios del mercado de los teléfonos inteligentes. Con su iPhone, Jobs inició el cambio hacia la informática móvil que los gigantes de internet como Google y Facebook han adoptado.

Antes de la aparición del iPhone, los teléfonos inteligentes se basaban "en el teclado, no en la pantalla, algo que se creía para aparatos profesionales", dijo Gartenberg.

Y aunque había teléfonos con acceso a internet antes, el iPhone puso el servicio "a disposición del gran público", precisó Golvin.

Con el iPhone también llegó toda una línea de aplicaciones informáticas: para jugar, para navegar, para controlar la salud, para hacer ejercicio.

El último dispositivo de la marca de la manzanita, la tableta iPad, fue presentado por el propio Jobs como "la llegada de la era post-PC". Con el iPad, Jobs "volvió a revolucionar la forma en que los consumidores utilizan las computadoras", dijo Golvin.

La tienda iTunes de contenido digital se expandió para ofrecer películas y cada vez más los consumidores prefieren los dispositivos móviles para entretenerse.

Jobs creó incluso un nuevo modelo de distribución con sus tiendas Apple, que generan más beneficios por metro cuadrado que cualquier otro proveedor informático.

"Él sabía mejor que nadie cómo vender tecnología", señaló el analista.

Apple no fue el primero en el mercado de los smartphones o de las tabletas, pero ha sido un maestro en el arte de hacer estos aparatos atractivos.

Con la magia de su marketing, Jobs provocó largas colas frente a las tiendas Apple al lanzarse nuevos productos.

"Su famosa distorsión de la realidad y la capacidad de convencer a la gente son más que legendarias", dijo Golvin.

Mirá las fotos de Steve Jobs en Apple

La muerte de Steve Jobs pegó fuerte en las redes sociales

Es innumerable la cantidad de expresiones de condolencia en homenaje al fundador de Apple. El adios a Steve Jobs de los usuarios de Twitter









Steve Jobs trending topic en Twiter
Millones de hashtags se crearon tras conocerse la muerte de Steve Jobs, cuyo nombre reventó las redes sociales en todo el planeta.
Las redes sociales se dispararon en todo el planeta apenas se conoció la noticia de la muerte de Steve Jobs.

Es innumerable la cantidad de hashtags en homenaje al fundador de Apple, la compañía que revolucionó la tecnología en todo el mundo.

Pero el más trascendencia fue#RipSteveJobs, que se colocó como Trending Tropic Mundial.

En la Argentina, al igual que en todos los rincones en el mundo, el tsunami de condolencias en Twiter se produjo a través del hash #SteveJobs.

#ThankYouSteve ha sido otra de las referencias planetarias que se pueden ver en el microblog de 140 caracteres.

“Recordar q vas a morir es la mejor manera q conozco de evitar la trampa de pensar q tienes algo que perder: #SteveJobs”, dijo @Pajaropolitico en el hastag argentino.

“Los hombres pasan, pero sus ideas y creaciones seguirán por siempre! #SteveJobs”. recuerda @PachoBernate.

Glenda Umaña, prestigiosa periodista de la CNN en Español describe a  #SteveJobs descrito como el Thomas Edison de nuestra época a través de su cuenta @glendacnn

En cambio, @El_Guaba despotrica contra esta terrible enfermedad a través del hashtag #RIPSteveJobs: "Maldito cancer, q muchas veces se lleva a los que menos debe sin q sus riquezas lo puedan detener".

Mientras que @iQuoteSwag dejó su huella con una gran definición: “ #RIPSteve Jobs. You left your mark on our desks, on our ears & in our hands” (Dejastate tu marca en nuestros escritorios, en nuestros oídos y en nuestras manos”.

Tweetts como los señalados se pueden advertir en cualquier hastagh en homenaje a Steve Jobs, un verdadero revolucionario de la tecnología a través de Apple, cuyo nombre se repite a cada milésima de segundo en todo el mundo.

Crisis en Europa: ¿qué pasará en 2011?


La Eurozona vivió un año difícil en el plano económico, con una crisis de la deuda soberana que la obligó a aprobar los rescates financieros de Grecia e Irlanda, y a armarse de medidas inauditas ante la amenaza de un contagio a otros países miembros, como Portugal y España. ¿Qué pasará en el continente el año próximo?
Imagen de Crisis en Europa: ¿qué pasará en 2011?
Una mujer entra a una tienda que ofrece descuentos en Dublín - AP
Los líderes europeos cerraron el año con la promesa de "hacer todo lo necesario para garantizar la estabilidad" de la moneda única, en una cumbre a mediados de mes en Bruselas, en la que acordaron crear un fondo permanente de rescate para los países en apuros de la zona euro a partir de 2013.

Esta fue la última de una serie de decisiones orientadas a construir unas defensas suficientemente sólidas para asegurar el futuro del euro. Desde 2008, la crisis golpeó ininterrumpidamente al Viejo Continente.

Primero fue bancaria y financiera, importada de Estados Unidos tras la quiebra de Lehman Brothers; después fue económica, con la mayor recesión jamás conocida desde 1945; y presupuestaria y social este año, con la escalada de los déficits públicos, que obligaron a la Eurozona a ajustarse el cinturón.

RESCATE FINANCIERO

La austeridad rige sobre todo en Grecia e Irlanda, con una reducción de las prestaciones sociales, una baja de los sueldos de los funcionarios y un alza de los impuestos.

Es el precio que deben pagar por recurrir este año a una ayuda financiera de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI): 110.000 millones de euros en préstamos aprobados en mayo para Atenas y 85.000 millones de euros en noviembre para Dublín.

Más allá de que los rescates de los bancos pesan en las arcas públicas, los países europeos recogen ahora los frutos de treinta años de crecimiento gradual de su deuda desde los años 1970 hasta el fin del período dorado de fuerte crecimiento.

Después de financiarse a crédito, viviendo por encima de sus posibilidades, "los mercados vieron el final del recreo" para los europeos, explicó un diplomático en Bruselas. Para evitar su estallido, la Eurozona inició su metamorfosis, llamada a acabar con las lagunas que arrastra desde su nacimiento en 1999.

Un fondo de rescate temporal de 440.000 millones de euros fue creado en mayo para ayudar a los países en apuros. Este instrumento será reemplazado por un mecanismo permanente, gracias a una modificación del texto fundamental europeo conocido como el Tratado de Lisboa.

A los fondos disponibles se le suman 250.000 millones de euros del FMI y otros 60.000 millones de la Comisión Europea.


La disciplina presupuestaria común también se endurecerá. A partir de 2011, los países europeos deberán someter a Bruselas sus proyectos de presupuestos nacionales antes de la adopción en sus parlamentos.


UNA AMENAZA LATENTE

Pese a las reformas, la crisis de la deuda seguirá dando coletazos en 2011, según los expertos. Países como Portugal y España, cuya capacidad para enderezar sus finanzas públicas es cuestionada por los inversores, podrían verse forzados a pedir un rescate si el costo de su financiación en los mercados sigue escalando.

En los próximos meses, miles de euros de deuda pública de los países más frágiles de la zona euro saldrán a la venta en los mercados. "Si no aparecen compradores por arte de magia con intereses asequibles", los bonos serán "adquiridos por el Banco Central Europeo o a través de algún mecanismo de la UE" o bien "podríamos asistir a múltiples suspensiones de pagos", previno Peter Boone, el investigador asociado de la London School of Economics.

Riesgo de otra crisis mundial: analistas

BERLÍN (Notimex) — Economistas alemanes coincidieron en que el mundo se encuentra al borde de una nueva crisis y que además la presente coyuntura estaba anunciada desde hace tiempo sin que se hiciera lo suficiente para evitarla.
"Tal y como lo hemos visto en la gran crisis económica, los mercados financieros con sus decisiones a veces erráticas están en condición de arrastrar en la caída a la economía mundial", dijo en un artículo en el diario Handelsblatt el director del instituto alemán IZA, Klaus Zimmerman.
"Estamos exactamente al borde de una nueva crisis, especialmente porque el motor del crecimiento se hizo más débil. Por esta razón estamos obligados a la máxima atención", aseveró Zimmermann.
Ansgar Belke, director del Instituto Económico Alemán (DIW), uno de los principales independientes del país, coincidió con Zimmermann, al asegurar en entrevista con Handelsblatt que el planeta está amenazado por una nueva recesión.
"El mundo está más cerca de una recesión que antes", manifestó Belke en una entrevista que apareció en la edición on-line del diario financiero en el que se pronunciaba como el "lunes negro".
Belke consideró, sin embargo, que "la rebaja de la calificación de la deuda a Estados Unidos no fue inesperada y no se llegará a un shock de los mercados como después (del desplome) de Lehmann Brothers".
La medida de la agencia Standard & Poor's, de pasar los bonos de Estados Unidos del rango AAA al AA+, fue inevitable según este economista.
 "Los problemas estructurales de la economía estadounidense son demasiado grandes. Estados Unidos no tiene un modelo económico sostenible que pueda asegurar el mantenimiento del crecimiento en los próximos años (...), además las medidas de ahorro anunciadas -si se llegan a poner en marcha- no garantizan el éxito a la estabilización", aseveró.
Tanto por la crisis de las deudas soberanas en Europa como en Estados Unidos, según Zimmermann, "hay que reconocer que todos los problemas que nos atormentan ahora no son nuevos".
Agregó que el debate del endeudamiento estaba ampliamente anunciado, así como el riesgo de que las instituciones monetarias se dejen arrastrar en unas políticas de creciente inflación.
Según Zimmermann, el Banco Central Europeo, tal y como la Reserva Federal de Estados Unidos, apoya ahora una política de endeudamiento de los países, cuyas consecuencias para la inflación son de momento imprevisibles.

Las causas del hambre: una perspectiva de la crisis alimentaria en Áfric


Que en pleno siglo XXI haya personas que padecen hambre en
África es una realidad que no es ni inevitable ni moralmente
aceptable. La respuesta humanitaria internacional debe ser
replanteada para lograr que aporte una ayuda a tiempo,
equitativa y eficaz a las personas que sufren la falta de
alimentos. Más importante si cabe es la necesidad de que los
gobiernos aborden las causas fundamentales del hambre, entre
las que figuran la pobreza, la mala administración de la
agricultura, los conflictos, las injustas leyes que rigen el
comercio internacional, y las nuevas amenazas que comportan
el VIH/SIDA y el cambio climático.  El esfuerzo conjunto que los
gobiernos africanos y los donantes prometieron realizar para
erradicar la pobreza, debe provocar políticas en favor de los
pobres que den prioridad a las necesidades de los grupos
rurales marginados tales como los pequeños agricultores, las
comunidades de pastores y las mujeres.
911 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
Resumen
“Antes teníamos una granja grande, de cinco hectáreas. La fuimos
vendiendo de hectárea en hectárea para sobrevivir. Ahora ya no podemos
cultivar más... No tenemos comida porque no hay nadie que pueda ir a
buscarla; mis hijos mayores están muertos. Antes podía trabajar, pero ahora
nos quedamos con hambre porque no puedo hacer nada. Echo de menos
mi tierra”.
Milembe Mwandu, Shinyanga, Tanzania, abril de 2006
En 1960 Oxfam colaboró con la Organización de las Naciones Unidas para
la Agricultura y la Alimentación (FAO), para lanzar la Campaña Mundial
Contra el Hambre. Era la primera vez que se intentaba abordar el problema
de la inseguridad alimentaria con algo más que con la entrega de sacos de
ayuda alimentaria a las personas que padecían hambre. El objetivo de la
campaña era el de implicar a los países en desarrollo en el análisis de las
causas de las crisis alimentarias y de la desnutrición, y encontrar soluciones
sostenibles; en resumen, posibilitar que las personas pudiesen cultivar o
ganar lo suficiente como para alimentarse a sí mismas.
Cuarenta y seis años más tarde, es evidente que ese encomiable propósito
no se ha alcanzado en todas las partes del mundo. Mientras que las
condiciones varían mucho de una región a otra de África, el treinta y tres por
ciento de la población del África Subsahariana está desnutrida, frente a un
17 por ciento de personas desnutridas en el conjunto de los países en
desarrollo. El porcentaje se eleva al 55 por ciento en África Central.
1
  Desde
mediados de la década de los 80, el promedio de emergencias alimentarias
anuales en África se ha casi triplicado.
2
Y se avecina otro fracaso. Si se continúa al ritmo actual, el compromiso de
los gobiernos de reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen
hambre para el año 2015 como parte de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio no se cumplirá en África.
3
Estos fracasos son en parte consecuencia de que, a pesar de las promesas
de 1960 y de tantas otras hechas desde entonces, la ayuda de emergencia,
y la ayuda alimentaria en particular, ha seguido siendo el instrumento
principal para abordar las crisis alimentarias. Efectivamente, la ayuda
alimentaria salva vidas, pero no ofrece soluciones a largo plazo, y en el peor
de los casos, puede incluso exacerbar la inseguridad alimentaria. Este
hecho es de sobra conocido, y sin embargo, el gasto en ayuda humanitaria
se ha incrementado considerablemente, mientras que la ayuda para la
producción agrícola en África Subsahariana experimentó un descenso del
43 por ciento entre 1992 y 2002. Además, ni los gobiernos africanos ni los
de los países ricos han hecho lo suficiente para abordar las causas
fundamentales del hambre. Debemos enfrentarnos al hecho de que
probablemente parte de la culpa de las crisis alimentarias de África que
estamos tratando la tenga lo inadecuado de nuestras respuestas en materia
de desarrollo a crisis alimentarias anteriores.Crisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 2
Como circunstancia atenuante, cabe señalar que algunas de las causas de
las devastadoras emergencias alimentarias a las que se enfrenta África en
la actualidad, no podían haber sido predichas hace 46 años. El VIH/SIDA se
está cobrando un precio espeluznante en uno de los recursos
fundamentales de África para la producción alimentaria: las personas. Para
el año 2020, los países del sur de África habrán perdido a una quinta parte
de la población agrícola activa por causa del SIDA.
4
El cambio climático plantea también nuevas amenazas para la seguridad
alimentaria, que afectarán sobre todo a los sectores más vulnerables (como
los pequeños agricultores y comunidades nómadas de pastores) que
dependen del agua de la lluvia para su agricultura. Las investigaciones
predicen de manera fiable que entre 55 y 65 millones más de africanos
podrían ser víctimas del hambre en 2080 debido a un incremento de menos
de 2,5ºC en la temperatura global.
5
Sin embargo, lo que más llama la atención es el mortífero impacto de los
conflictos armados en África, que son la causa de más de la mitad de crisis
alimentarias que sufre el continente. En cada uno de los países que ha
padecido una emergencia alimentaria prolongada, la guerra o las luchas
internas han jugado un papel fundamental. A pesar de que los gobiernos
africanos tienen la responsabilidad de proteger a sus poblaciones,
incumplen su obligación de manera continuada, tal y como se ha podido
presenciar en el norte de Uganda, y en algunos casos son incluso son
cómplices de la violencia, tal y como ha sucedido en Darfur.
+++++
Según la FAO, la proporción de crisis alimentarias que pueden atribuirse a
causas humanas se ha duplicado con creces a lo largo de los últimos 14
años.
6
 Pero lo que los humanos han destrozado, los humanos lo pueden
reparar. Oxfam cree firmemente que el hambre y la inanición que ha
asolado gran parte de África a lo largo de esta primera década del siglo XXI,
son tan evitables como moralmente inaceptables.
El mundo cuenta con los recursos, los conocimientos y la experiencia para
garantizar el derecho humano a la alimentación consagrado en las
convenciones de Naciones Unidas.
7
 Y esta no es una cuestión secundaria:
la desnutrición conduce a la parálisis tanto de los individuos como de las
sociedades. En su grado más extremo, el hambre mata y, con frecuencia,
los primeros en morir son los niños pequeños y los bebés. Sin embargo, el
grado de desnutrición más extendido es aquél que debilita a las personas,
vaciándolas de la energía que necesitan para trabajar y haciéndolas más
vulnerables a las enfermedades. La desnutrición extrema en los niños
reduce su rendimiento escolar y causa lesiones cerebrales a largo plazo,
afectando a sus medios de subsistencia futuros y reduciendo el crecimiento
económico
8
. La provisión de una nutrición adecuada y la garantía de la
seguridad alimentaria es fundamental para lograr alcanzar muchos de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio, como los de reducir la pobreza y la
mortalidad infantil, mejorar la salud materna, y combatir las enfermedades.
Es necesario abordar el problema del hambre para poder ayudar a que
África desarrolle plenamente su potencial.3 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
Este documento describe dos desafíos fundamentales para reducir el
hambre en África. El primero es el de mejorar la respuesta de emergencia a
las crisis alimentarias. El segundo es el de abordar las causas
fundamentales del hambre aguda y recurrente. Este informe no proporciona
una explicación completa de causas y soluciones. Más bien pretende
ofrecer una mejor comprensión, basada en la experiencia y la investigación
de los programas de Oxfam con comunidades de pastores, agricultores y
otros grupos afectados en las diferentes regiones de África.
Mejorar la respuesta frente a las emergencias humanitarias
En primer lugar, es necesario replantearse el sistema de emergencia o
“humanitario” con el fin de que sea realmente capaz de entregar ayuda
oportuna y eficaz en base a las necesidades de los afectados. Esta ayuda,
además de satisfacer las necesidades inmediatas de las personas que
padecen hambre, debe también apoyar sus medios de vida. El enfoque de
la ayuda como un proceso que empieza y termina de manera cíclica según
las circunstancias debe dejar paso a una ayuda a largo plazo que, siempre
que sea posible, debe ser proporcionada a través de los gobiernos como
parte de sus programas más amplios de protección social, respaldados por
una financiación fiable.
En los últimos años, la ayuda de emergencia internacional para el África
Subsahariana se ha incrementado, ayudando a salvar muchas vidas. Sin
embargo, con frecuencia la ayuda sigue siendo demasiado poca, llega
demasiado tarde, y siguen existiendo enormes desigualdades en su
distribución. Muchas veces, el momento elegido para la respuesta
humanitaria y la escala de ésta tienen más que ver con intereses políticos y
con la atención generada por los medios de comunicación que con
necesidades humanitarias objetivamente valoradas.
Y además el tipo de ayuda suele seguir siendo inadecuado. No es positivo
que el 70 por ciento de la ayuda alimentaria que distribuye Naciones Unidas
consista en productos procedentes del mundo desarrollado. La ayuda
alimentaria no debe servir como instrumento para apoyar a los agricultores
de los países ricos. Cuando el hambre es el resultado de la falta de acceso
a los alimentos como consecuencia de la pobreza, y no de una escasez de
alimentos, la ayuda en forma de dinero, respaldada por medidas para
recuperar los medios de vida, puede ser una respuesta más apropiada, más
rápida y menos costosa.
Abordar la pobreza mediante el desarrollo de la agricultura
En segundo lugar, si se quieren evitar las crisis alimentarias se tiene que
hacer mucho más para resolver las causas fundamentales del hambre. Esto
significa enfrentarse a la pobreza y a los desequilibrios de poder que la
sostienen. Desde 1981, el número de personas que viven con menos de un
dólar al día en el África Subsahariana casi se ha duplicado, alcanzando los
313 millones de personas en 2001, el 46 por ciento de la población.  La
mayoría de las personas pobres y desnutridas de África viven en zonas
rurales. La marginación y el abandono convierten a pequeños agricultores,
miembros de las comunidades de pastores nómadas y mujeres en grupos
especialmente vulnerables al hambre. El prometido esfuerzo conjunto de los
gobiernos africanos y los donantes para erradicar la pobreza debe
cristalizar en políticas rurales que impliquen y den prioridad a estos grupos.Crisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 4
Incluso las pequeñas mejoras en su producción y sus ingresos repercutirán
enormemente en reducir la pobreza y en impulsar un crecimiento equitativo.
No existen recetas para una política agraria efectiva. Ésta debe
determinarse país por país, mediante un proceso consultivo en el que
participen los gobiernos, la sociedad civil, los donantes, y los propios
productores agrícolas. Sin embargo, un ingrediente fundamental debe ser la
inversión adecuada a largo plazo en programas de desarrollo e
infraestructuras rurales, incluyendo el apoyo a organizaciones que
representen a los grupos más marginados. Los gobiernos africanos se han
comprometido a aumentar al 10 por ciento las asignaciones presupuestarias
dedicadas al sector rural. Esta medida debe ser respaldada por una mayor
ayuda externa, financiada a través de los recientes compromisos del G8 de
aumentar la ayuda al desarrollo y de la condonación de la deuda.
Una importante lección que se extrae de las imperfectas reformas del
mercado introducidas a partir de la década de los 80 por el FMI y el Banco
Mundial, respaldadas por los principales donantes, es la de que los
mercados rurales por sí solos no pueden proporcionar seguridad
alimentaria. Es necesaria también la acción estatal. Por ejemplo, existen
cada vez más indicios que apuntan a que las políticas gubernamentales
para estabilizar los precios y proporcionar aportaciones de dinero en
efectivo o insumos agrícolas seleccionados, pueden ser una manera más
rentable y oportuna de garantizar la seguridad alimentaria que la ayuda
alimentaria de emergencia.
Sin embargo, es necesario que se multipliquen los esfuerzos para mejorar
la calidad de la intervención de los gobiernos, la cual con demasiada
frecuencia ha ido unida a la corrupción y a una capacidad institucional débil.
Asimismo, instituciones de donantes, como el Banco Mundial, son acusadas
con razón de no haber alcanzado los estándares que ellas mismas habían
declarado, al no haber conseguido que se respetasen condiciones  para
garantizar el uso adecuado y con una completa rendición de cuentas de
préstamos y ayuda. Los gobiernos y los donantes deben garantizar que
estos recursos se traducen en beneficios concretos para las personas
pobres y que pasan hambre en África. Ello requiere otorgar un papel
fundamental a las organizaciones locales de la sociedad civil en el
seguimiento de los flujos de ayuda, y en la denuncia de la situación cuando
las cosas no van por el buen camino. No hacerlo significaría traicionar a las
personas que pasan hambre en África.
Los países industrializados también deberían hacer mucho más para
garantizar que las injustas reglas que rigen el comercio internacional no
destruyen los medios de vida rurales. Estos países deben actuar para
estabilizar los volátiles precios de las materias primas que crean verdaderas
dificultades a los productores africanos. Los bloques comerciales de los
países ricos deben dejar de forzar la apertura de los mercados africanos en
beneficio propio, y deben acabar con el dumping de sus productos agrícolas
subvencionados.
Conflictos, VIH/SIDA y cambio climático5 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
El hecho de que más de la mitad de las crisis alimentarias que afectan
actualmente a África se puedan explicar por los conflictos armados y el
consiguiente desplazamiento de millones de personas, subraya la
necesidad de tomar medidas urgentes para traer la paz. Pese a que los
gobiernos nacionales tienen un papel crucial, la Unión Africana tiene la
tarea de ejercer presión para lograr soluciones pacíficas a los conflictos, y
para proporcionar seguridad a los ciudadanos en los casos en los que los
gobiernos no puedan o no quieran hacerlo, tal y como ha sucedido en
Darfur. También es responsabilidad de la comunidad internacional en un
sentido más amplio, ofrecer apoyo diplomático, económico y, cuando sea
necesario militar, para apoyar los procesos de paz y tareas de
mantenimiento de la paz, bajo los auspicios de Naciones Unidas. En este
sentido, las medidas a nivel internacional para poner control sobre el
comercio de armas son un paso complementario esencial.
A lo largo de la última década, la respuesta internacional y nacional al
VIH/SIDA en África ha experimentado lentas mejoras, y el gasto en salud ha
aumentado. Sin embargo, en 2005 nueve de cada diez africanos que
necesitaban medicamentos para el SIDA seguían sin recibirlos. Es
necesario que los gobiernos donantes incrementen de manera significativa
su apoyo a los servicios de salud para lograr detener el VIH/SIDA y otras
enfermedades que diezman a tantas comunidades de África.
Como el cambio climático aumentará de manera drástica la pobreza y el
hambre en África, los gobiernos del Norte deben intensificar sus esfuerzos
para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, así como
financiar programas de adaptación al cambio climático para África. También
es necesario que los gobiernos africanos intensifiquen las medidas para
detener la degradación del suelo, uno de  los factores que contribuyen al
cambio climático.
El camino hacia adelante
La historia de casi medio siglo de intentar soluciones sofisticadas y
sostenibles para el hambre en África no es una historia feliz. Pero hay
esperanza. Con demasiada frecuencia se nos dice que las crisis
alimentarias son la norma en muchos lugares de África, que la corrupción
no se puede erradicar, que la era de los conflictos post-coloniales no se
acabará nunca, que los desastres naturales y la consiguiente escasez
alimentaria sólo pueden aumentar. Todo ello no es cierto: llegan buenas
noticias desde África y, tal y como se detalla en las siguientes páginas,
abundan las ideas sobre maneras de enfrentarse a estos apremiantes retos.
A pesar de que la escala de estos desafíos puede ser desalentadora, las
promesas hechas por los gobiernos africanos y la comunidad internacional
durante este último año para abordar la pobreza y la inseguridad alimentaria
no tienen precedentes. Una inversión mucho mayor para abordar las causas
fundamentales de las crisis podría funcionar, y costaría mucho menos (tanto
en términos económicos como en vidas humanas) que seguir con el ciclo de
“demasiado poco, demasiado tarde” que ha sido la realidad de la ayuda
para las víctimas del hambre en África durante casi medio siglo.Crisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 6
1 Introducción
“Después de la crisis no nos quedaba nada para compartir con las otras
familias. El sistema tradicional basado en la solidaridad y en el compartir con
otros no podía funcionar porque todo el mundo era demasiado pobre”
Boubacar Amadou, Aldea de Adebeji , Maradi, Níger, agosto de 2005
En 2005, África Subsahariana experimentó una nueva oleada de
emergencias alimentarias.9
 La crisis que se había estado desplegando
de forma silenciosa y despiadada en el Sahel, llegó a las pantallas de
televisión hacia mediados de ese año. Más avanzado el 2005, el
hambre comenzó a amenazar el Sur de África. A principios de 2006,
apareció una crisis alimentaria en el Cuerno de África que está
afectando a 11 millones de personas.10
  Tres millones y medio de
personas necesitaban ayuda de emergencia en Kenia. 11
 Muchas
personas más están padeciendo hambre en otras crisis de África
menos divulgadas por los medios, como en la República Democrática
del Congo, en donde el 71 por ciento de la población está desnutrida;
o el norte de Uganda, donde el 48 por ciento de los niños sufren
retrasos en el crecimiento debido a la inseguridad alimentaria
crónica. 12
  Un reciente informe de UNICEF indicaba que en la
“silenciosa emergencia” de la desnutrición que padece el África
Subsahariana, el bajo peso afecta al 28 por ciento de los niños. 13
Los gobiernos nacionales tienen la principal responsabilidad de
garantizar que las personas tienen acceso a los alimentos, pero
cuando no consiguen garantizar este acceso, ya sea por causa de la
pobreza o por falta de voluntad política, los demás países tienen la
responsabilidad de actuar. Este informe indaga en la manera en que
podría mejorarse la respuesta de emergencia, incluyendo la provisión
de financiación más predecible y a más largo plazo; y después
examina las medidas necesarias para abordar algunas de las causas
fundamentales de la inseguridad alimentaria crónica que conduce a
estas crisis alimentarias recurrentes. Forzosamente, un informe de
estas medidas no pude hacer justicia a las variadas situaciones que se
dan en África  ni a la complejidad o raíces históricas de las cuestiones
que se tratan. Los lectores buscando un análisis y unas
recomendaciones más detalladas pueden remitirse a documentos de
Oxfam específicos sobre esas cuestiones.7 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
2 La mejora de la respuesta de
emergencia
“El ganado es tan sólo huesos, no hay carne. Los huesos se están
convirtiendo meramente en juguetes para los niños”.
John Egialan, Jefe adjunto, Naadunga, Turkana, Kenia, en
declaraciones de marzo de 2006
La experiencia de Oxfam muestra que frente al impacto una grave
crisis alimentaria, la mayoría de las personas hacen uso de una
amplia gama de estrategias y recursos para sobrevivir. Sin embargo,
cuando estas estrategias se han agotado, y cuando los gobiernos
nacionales no consiguen ofrecer ayuda, la ayuda humanitaria
internacional es vital para ayudar a salvar vidas y evitar la
desnutrición aguda. 14
 Una ayuda adecuada y oportuna puede
contribuir a evitar que impactos externos, como la sequía o las plagas
de langostas, se conviertan en auténticas crisis, reduciendo así la
necesidad de posteriores y costosas intervenciones. Gracias a la
generosidad pública y al compromiso de algunos de los gobiernos
donantes, la ayuda humanitaria para África ha pasado de 946
millones de dólares en 1997 a algo más de 3.000 millones en  2003.15
Sin embargo, la falta de un sistema fiable para afrontar las inminentes
crisis alimentarias condena a muchas personas a un sufrimiento
innecesario y a la muerte.
Una ayuda que llega tarde, y es insuficiente y
desigual
Con frecuencia, la ayuda de emergencia es demasiado poca o llega
demasiado tarde. Este fue el caso de Níger en 2005. A pesar de que
los primeros avisos llegaron a finales de 2004, la comunidad
internacional no se vio movida a actuar hasta que las imágenes de
niños hambrientos se vieron en televisión en junio de 2005. Cuando
comenzó a llegar la ayuda, 3,6 millones de personas ya padecían
hambre. Muchas de ellas ya habían tenido que vender su ganado,
tierras, semillas o herramientas, o se habían endeudado para comprar
alimentos, mermando sus activos y haciéndose todavía más
vulnerables frente a futuras crisis.
Es común que la ayuda llegue demasiado tarde. La mayoría de los
Llamamientos de Naciones Unidas reciben sólo el 30 por ciento de los
fondos requeridos durante el primer mes.16
 En abril de 2006, por
ejemplo, los donantes sólo habían comprometido 79 de los 225Crisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 8
millones de dólares solicitados por el llamamiento de Naciones
Unidas para Kenia, lanzado en febrero de 2006.
Otro de los problemas es que la asignación de ayuda de muchos de
los países donantes es muy desigual. La distribución está más
determinada por el perfil mediático de la crisis o por consideraciones
políticas, que por necesidades humanitarias. La gran difusión que los
medios dieron al tsunami de 2005 ayudó a garantizar que el
Llamamiento de Naciones Unidas para el tsunami, que abarcaba las
necesidades de como mucho dos millones de las personas afectadas,
recibiera 3.800 millones de dólares en sólo un par de meses. Esta cifra
equivale aproximadamente a la mitad de los fondos para
emergencias en todo el mundo en 2003. A modo de comparación,
Naciones Unidas calcula que 16 millones de personas se encuentran
en situación de riesgo inmediato en diez emergencias olvidadas e
infradotadas en África, entre las que figuran las prolongadas
tragedias del norte de Uganda y de la República Democrática del
Congo. En 2004, se recibieron tan sólo 1.360 millones de dólares para
los Llamamientos Consolidados de Naciones Unidas, frente a los
3.400 millones solicitados.17
 A pesar de que estos Llamamientos no
reflejan la medida exacta de las necesidades humanitarias ni de la
respuesta internacional, y no tienen en cuenta la financiación bilateral
de los países donantes, son un instrumento que pone de relieve
insuficiencias sistemáticas y de gran envergadura.
Una de las razones aducidas por algunos de los donantes para
justificar esta financiación inadecuada o tardía a los Llamamientos de
Naciones Unidas es la falta de confianza en la capacidad de las
agencias de Naciones Unidas para entregar la ayuda internacional de
manera efectiva. El “Examen de la Respuesta Humanitaria” de 2005,
encargado por el Coordinador de Ayuda Humanitaria de Naciones
Unidas, ha propuesto varias medidas para mejorar el rendimiento, la
coordinación y la rendición de cuentas de Naciones Unidas. 18
 Estas
medidas merecen ser respaldadas. Las reformas deberían incluir
también la asignación de un papel clave a una FAO mejorada para
promover la seguridad alimentaria: en la actualidad, el Programa
Mundial de Alimentos juega un papel principal en las emergencias,
aunque tiende a centrar sus esfuerzos en la entrega de ayuda
alimentaria. Pero también es necesario que los donantes se impliquen
activamente con Naciones Unidas y con los gobiernos afectados para
ayudar a mejorar su eficacia, en vez de protestar o pasar por encima
de ellos.
La financiación plena del recientemente relanzado Fondo Central
para Respuesta de Emergencia de Naciones Unidas (CERF, en sus
siglas en inglés) contribuiría también a garantizar una ayuda9 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
oportuna y equitativa. Naciones Unidas ha pedido a los Estados
miembros que contribuyan con 500 millones de dólares adicionales
para establecer el nuevo CERF, una cantidad que se sumaría a sus
actuales compromisos de ayuda humanitaria. Sin embargo, Oxfam
cree que se necesitan como mínimo mil millones de dólares para que
este Fondo sea realmente efectivo. Para que los gobiernos donantes se
comprometan con el CERF es importante que éste esté bien dirigido y
promueva la transparencia y la rendición de cuentas, y sea capaz de
desembolsar fondos de manera eficaz y a tiempo hacia las ONG que
proporcionan gran parte de la ayuda sobre el terreno.
Los donantes y las agencias de Naciones Unidas no son la única
causa de esta ayuda inadecuada y tardía. La ayuda puede llegar
demasiado tarde como consecuencia de inadecuados Sistemas de
Alerta Temprana (SAT).19
 El SAT para los países del Sahel en 2005,
por ejemplo, estaba demasiado centrado en la producción
alimentaria, y no se percató de cuestiones relativas al acceso a los
alimentos tales como el incremento de los precios y la creciente
vulnerabilidad de los pastores nómadas. Aunque los SAT de África
Occidental siguen sin ser perfectos, han mejorado desde 2005.
Aunque son las ONG y las organizaciones locales de base las que
suelen tener una información de alerta temprana más fiable, sus
alertas pueden ser ignoradas por carecer de la autoridad que tienen
las valoraciones oficiales.
20
Otro problema puede ser el fracaso de los gobiernos para responder a
tiempo y de forma efectiva a las alertas tempranas. El gobierno de
Níger subestimó inicialmente la gravedad de la crisis de 2005 y fue
muy lento a la hora de solicitar ayuda internacional.  En Kenia, en
donde existe un ciclo de sequías bastante predecible, hay un SAT
sofisticado y efectivo, pero el gobierno no ha establecido las
estructuras y los recursos institucionales necesarios para responder
de manera rápida. 21
Los Comités de Evaluación de la Vulnerabilidad (VAC, por sus siglas
en inglés) de África del Sur son un instrumento útil en este sentido.
Estos comités son gestionados por los gobiernos, de forma que el
gobierno deba asumir la responsabilidad por los resultados de la
valoración. Además, participan en el proceso Naciones Unidas y
ONG, lo cual aporta perspectivas adicionales. La valoración del VAC
de Malawi para la crisis alimentaria de 2005 tuvo como resultado una
oportuna intervención de los donantes y del gobierno.
Los SAT mejorarían enormemente si existiesen unos criterios
internacionalmente acordados para el seguimiento y la comparación
de los indicadores de inseguridad alimentaria, tanto durante como
entre crisis. Estos criterios también ayudarían a garantizar una ayudaCrisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 10
más oportuna y equitativa. Por ejemplo, el seguimiento de las
crecientes ventas de activos del hogar en un área vulnerable
proporcionaría un indicador temprano de la necesidad de intervenir,
y no habría que esperar a que los índices de desnutrición aguda se
dispararan y a que la intervención llegase demasiado tarde. 22
Ayuda inadecuada
La ayuda alimentaria de urgencia
23
 sigue siendo la respuesta
dominante ante las crisis alimentarias y constituye regularmente más
de la mitad de todos los Llamamientos Humanitarios de Naciones
Unidas. 24
 Sólo el 17 por ciento de las necesidades no alimentarias
identificadas en el reciente llamamiento de Naciones Unidas para
Kenia, por ejemplo, recibieron financiación, frente al 46 por ciento de
las necesidades alimentarias. 25
 A pesar de que la ayuda alimentaria
puede jugar un papel fundamental a la hora de salvar vidas y reducir
el hambre, ésta es, en el mejor de los casos, una respuesta incompleta;
en el peor, puede incluso exacerbar la inseguridad alimentaria, si
daña los medios de vida de los agricultores. 26
Además, como gran parte de la ayuda alimentaria en especie es
importada, puede tardar entre cuatro y cinco meses en llegar, y
puede llegar a costar hasta un 50 por ciento más que los alimentos
comprados localmente. Una desventaja adicional es que estos
alimentos importados pueden ser limitados a nivel nutricional y
culturalmente inapropiados. 27
  Por ejemplo, en 2004, Canadá se gastó
el 40 por ciento de su presupuesto para ayuda alimentaria en el
transporte de la misma, antes de cambiar su política  de ayuda y
permitir la creciente adquisición de ésta a nivel local. 28
El énfasis desproporcionado en donaciones de ayuda alimentaria en
especie responde en parte a intereses de los propios gobiernos y
donantes. Para algunos países donantes ha sido una manera
provechosa de colocar sus propios excedentes agrícolas y
proporcionar beneficios comerciales a sus compañías agrícolas y de
transporte: el 79 por ciento del total de la ayuda alimentaria mundial
es adquirida en los propios países donantes. En el caso del arroz y el
trigo, por ejemplo, la compra de todas las existencias alimentarias
para ser usadas como ayuda exterior es una forma de subsidio
nacional y puede dañar activamente a los agricultores del mundo en
desarrollo. EEUU, el mayor donante del mundo, proporciona la
mayoría de su ayuda alimentaria en especie, y adquiere el 99 por
ciento de esta ayuda a nivel nacional. 29
 Algo similar ocurre con la
ayuda alimentaria de Dinamarca, Francia e Italia, que sigue siendo en
gran medida de origen nacional. 3011 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
El Programa Mundial de Alimentos, la principal agencia de Naciones
Unidas responsable de entregar la ayuda alimentaria, recibe el 48 por
ciento de los alimentos de EEUU,31
 y sólo puede comprar hasta el 30
por ciento de la ayuda alimentaria localmente, ya que sigue
recibiendo la mayoría de las contribuciones de los donantes
gubernamentales en forma de alimentos, y no en metálico.32
 Algunas
ONG estadounidenses tienen también un conflicto de intereses en
relación con los productos de ayuda alimentaria, ya que dependen de
las ventas de esa ayuda para financiar programas de desarrollo.
Otras veces, el énfasis en la ayuda alimentaria se debe a un
diagnóstico equivocado, que atribuye el hambre fundamentalmente a
la escasez de alimentos. La falta de disponibilidad de alimentos es un
problema muy importante en  el África Subsahariana: en algunos
países, la producción agrícola apenas ha conseguido seguir el ritmo
de crecimiento de la población, y la sequía y las plagas de langostas
pueden conllevar la escasez de alimentos a nivel local. Además, los
conflictos armados y el pobre funcionamiento de los mercados en
muchos países pueden interrumpir el suministro de alimentos. Sin
embargo, en muchos otros casos, las crisis alimentarias se dan incluso
cuando hay alimentos disponibles en los mercados locales. Esto se
debe principalmente a la pobreza, que limita la capacidad de las
personas para producir o comprar alimentos suficientes. 33
 Como
muchas de las granjas y del ganado de las familias sólo cubren una
parte de sus necesidades alimentarias, cualquier reducción, por
pequeña que sea, de su poder adquisitivo puede volcar a estas
familias hacia la crisis.
El importante papel que juega la pobreza puede observarse en las
crisis alimentarias más recientes. La emergencia a la que se enfrentan
las comunidades de pastores de las tierras áridas del nordeste de
Kenia se produce a pesar de una cosecha nacional que supera en un
15 por ciento la media, y un crecimiento del PNB de un cinco por
ciento en 2005.34
 En Níger, a pesar de que las cosechas del 2004 no
fueron tan buenas como la de años anteriores, sólo estaba un 11 por
ciento por debajo del promedio quinquenal, y hubo alimentos
disponibles en muchos mercados durante toda la crisis. El problema
subyacente era que el porcentaje de personas que vivían con menos
de un dólar al día había aumentado del 40 por ciento en 1990 al 66
por ciento en 2004.35
 Un brusco aumento en los precios hizo que los
alimentos quedaran fuera del alcance de muchas personas. Las
comunidades de pastores fueron especialmente golpeadas por la
combinación del incremento de los precios de los alimentos y el
descenso del precio del ganado, que redujo de manera drástica su
poder adquisitivo.Crisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 12
Dar con la ayuda adecuada
El desafío al que se enfrentan los gobiernos locales, las agencias de
Naciones Unidas, los donantes y las ONG es el de garantizar una
respuesta a las crisis alimentarias que se adapte a cada situación
particular, y que sirva para reforzar los medios de vida, además de
para satisfacer las necesidades inmediatas. La trayectoria no es
buena. Un informe reciente de USAID sobre Etiopía indicaba que las
respuestas de ayuda no alimentaria a la crisis del 2003 fueron
insuficientes a unos niveles críticos, y que EEUU (hasta hace poco) y
la UE habían dado prioridad a las respuestas humanitarias de ayuda
alimentaria hasta la casi total exclusión de respuestas de ayuda no
alimentaria.36
 
En las situaciones en las que existe una carencia generalizada de
disponibilidad de alimentos, la ayuda alimentaria es vital. En estos
casos, los alimentos deberían ser adquiridos localmente o
regionalmente siempre que sea posible. Cuando la falta de acceso a
los alimentos es la causa principal del hambre, las aportaciones de
dinero en efectivo para los beneficiarios (en forma de donaciones
económicas, cupones para alimentos, o dinero por trabajo) pueden
ser una respuesta más adecuada, siempre y cuando el suministro
pueda reaccionar a un aumento de la demanda. De no ser así, los
precios pueden subir y dañar a las personas que no se benefician de
estas iniciativas.37
Las evaluaciones de las iniciativas de Oxfam basadas en la aportación
de dinero en efectivo demuestran prefieren éstas frente a la ayuda
alimentaria. Dichas iniciativas respetan su dignidad: las personas son
algo más que beneficiarias pasivas y pueden decidir cómo gastar el
dinero. También pueden utilizar el dinero para comprar artículos que
facilitarán sus labores agrícolas y además, el dinero que gasten puede
estimular la economía local.38
Dinero por trabajo en Kenia
“De momento he recibido 5.000 chelines de los 10.000 que nos darán del
programa  “dinero por trabajo”. Le pago a mi hermano los estudios de
secundaria, que son de pago. He gastado 3.000 chelines en matrículas y
otros 1.000 en medicamentos para uno de mis hijos. Con los 1.000
chelines restantes he podido comprar dos cabras. ¡A una la he llamado
Oxfam!”
Pamela Ataa en Turkana, norte de Kenia
Proporcionar dinero a los hogares a través de programas de dinero por
trabajo fortalece la dignidad de las personas al permitirles escoger y
comprar aquello que necesitan para mantener a sus familias. 22.000
personas se están beneficiando del programa de dinero por trabajo de
Oxfam en Turkana, en el norte de Kenia, dirigido a hogares con opciones13 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
de medios de vida limitados y que no son capaces de mantener
completamente a sus familias. Trabajan en una variedad de proyectos que
benefician a hogares particulares o a la comunidad en su totalidad, tales
como la mejora de las fuentes de agua o la plantación de árboles. Pamela,
por ejemplo, ayudó a proteger una bomba de mano y a desviar el río local
para que llenara los pozos cavados a mano. La experiencia de Oxfam ha
demostrado que las familias gastan el dinero en comida y en otras
necesidades básicas, e invierten en el futuro mediante la compra de
herramientas, por ejemplo. Esto significa que las personas no tienen que
recurrir a estrategias perjudiciales para sobrevivir, como la de malvender
su ganado. La provisión de dinero también ayuda a revitalizar la economía
local.
Fuente: Oxfam
La noticia alentadora es que, cada vez más, algunos donantes y
agencias humanitarias consideran las transferencias en forma de
dinero y la adquisición local como una respuesta adecuada a las crisis
alimentarias. Tres de los cuatro principales donantes –EE.UU.,
Canadá y Australia – han aumentado su flexibilidad para comprar su
ayuda alimentaria en los países en desarrollo.39
 Sin embargo, todavía
queda bastante camino por recorrer.40
 Para dar con la respuesta
adecuada a las crisis alimentarias también es necesario que exista una
evaluación responsable de las necesidades, que incluya un proceso
consultivo en el que participen las personas afectadas.41
Asimismo, es necesario que se intensifiquen los esfuerzos para
proporcionar a las personas vulnerables un apoyo complementario a
sus medios de vida, respaldado por programas de desarrollo a largo
plazo. La intervención temprana para ayudar a las comunidades a
crear bancos de alimentos, semillas o forraje puede, por ejemplo,
ayudar a mitigar el efecto de sequías futuras, y evitar que las
personas afronten la crisis con medidas que puedan dañar sus
perspectivas de futuro, tales como vender sus herramientas o sus
tierras. Los programas organizados de utilización de las existencias
en casos de emergencias y de repoblación de ganado también pueden
ayudar en gran medida a reducir el daño catastrófico que se ha
podido observar en los medios de vida de las comunidades de
pastores durante la crisis de Níger. Oxfam y otras organizaciones
utilizan cada vez más las ferias agrícolas y de ganado para garantizar
el acceso a variedades de semillas y razas de animales adecuados tras
el impacto de las crisis.
Apoyo a los medios de vida: ferias de semillas que utilizan cupones
de dinero en Zimbabwe
“Gracias a la feria de semillas pude comprar cacahuete y maní de
bambara, que llevaba buscando sin éxito durante las pasadas cuatro
cosechas. Las voy a cultivar para paliar el hambre y asegurarme de
guardar parte de ellas para la siguiente estación”.Crisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 14
Una anciana del distrito de Gutu, Zimbabwe
La provisión de cupones a los agricultores para que compren semillas en
las ferias les ofrece más alternativas que la de la distribución de semillas a
través de agencias humanitarias. Oxfam celebró 37 ferias de semillas en
colaboración con organizaciones locales en las provincias de Masvingo y
Midland, en Zimbabwe, que reunieron a productores, comerciantes de
semillas y  población local a la que se le dio cupones para que pudieran
adquirir semillas según su elección. Cientos de agricultores locales
abarrotaron la feria para ver lo que se podía comprar. Entre la rica
diversidad de 21 cultivos y 51 variedades había semillas de cacahuetes,
sorgo, caupí, maíz, soja, sésamo, arroz, girasol y mijo perla, además de
una amplia gama de semillas vegetales, algunas de las cuales habían
estado bajo amenaza de extinción. Muchos de estos cultivos tradicionales
eran más baratos y se adaptaban mejor a las condiciones marginales de la
región que las variedades con un alto grado de rendimiento. 23.000
hogares se beneficiaron directamente de esta iniciativa de compra de
semillas.
Fuente: Oxfam
Otro importante desafío es el de garantizar que la ayuda humanitaria
no se desvía hacia las elites corruptas o es usada por los gobiernos u
otros grupos para sus propios fines. Este riesgo es especialmente alto
en situaciones de conflicto armado (tal como se discute más adelante
en este informe). Los programas de ayuda pueden ser diseñados de
forma que reduzcan al mínimo estos riesgos. Nuestra experiencia
demuestra que la implicación de las comunidades en el proceso de
identificación y seguimiento de la distribución de la ayuda es una
forma importante de garantizar la transparencia y rendición de
cuentas de la entrega, y de reducir el desvío de la ayuda o su robo.
También existen otros métodos que han sido probados y analizados
con éxito.42
 En los casos en los que exista la preocupación de que la
consulta con la comunidad pueda representar que la ayuda no llegue
a aquéllos que la necesitan, los donantes pueden canalizar los
recursos a través de agencias externas, pese a que esta medida puede
tener la desventaja de no desarrollarse sobre la base del
conocimiento, la experiencia y la capacidad técnica local.
Hacia una financiación predecible
La persistencia del hambre crónica ha llevado a algunos donantes y
gobiernos a concluir que una creciente proporción de ayuda
humanitaria debe ser canalizada a través redes de protección social o
programas de protección social a largo plazo, y no a través del
imprevisible ciclo de ayuda humanitaria que se pone en marcha y se
detiene según las circunstancias. 43
 Estas iniciativas pretenden
proporcionar a quienes padecen inseguridad alimentaria crónica una
serie de recursos (en forma de dinero, alimentos, herramientas,15 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
semillas...) que pueden ser recortados o ampliados según las
necesidades, a lo largo de periodos más largos de tiempo.
Un ejemplo reciente es el “Programa de Protección de la Producción”,
respaldado por el gobierno etíope, que proporciona dinero por
trabajo y ayuda alimentaria a ocho millones de personas. En otra
iniciativa piloto en Zambia, el 10 por ciento de la población más
pobre de las comunidades de un distrito de la provincia del sur
reciben transferencias en efectivo de 6 dólares por persona cada mes.
Los programas de protección social dirigidos por los gobiernos no
están exentos de problemas, pero Oxfam cree que pueden ofrecer
avances positivos. Las transferencias de recursos realizadas a lo largo
de periodos más largos y con mayor previsibilidad ayudan a reducir
los riesgos a los que se enfrentan los beneficiarios, y los estimula a
invertir. La iniciativa también puede ser considerablemente menos
costosa que la ayuda alimentaria de emergencia. La ampliación del
programa piloto de transferencias en efectivo en Zambia a nivel
nacional, por ejemplo, podría resultar cuatro veces menos costosa que
un programa de alimentos que proporcionara unos beneficios
equivalentes.44
  Dichos programas también pueden ayudar a mejorar
la rendición de cuentas de los gobiernos frente a sus poblaciones.
Para que los programas de protección social funcionen eficazmente,
es necesario que el gobierno asuma un papel de liderazgo y que
gobiernos y donantes aporten una financiación continuada.45
 La
combinación adecuada de intervenciones debe adaptarse a las
necesidades locales, y los programas deben ser diseñados
cuidadosamente para evitar el riesgo de corrupción o abuso político.
En los países en los que la debilidad del estado, los conflictos
armados o la corrupción impiden la implicación estatal, los recursos
deberán ser canalizados a través de las autoridades locales,
comunidades u ONG.
3 Abordar las causas últimas
Sin duda alguna, la ayuda de emergencia ha ayudado a salvar
muchas vidas y ha reducido el hambre. Sin embargo, no puede
convertirse en un sustituto de los programas de desarrollo y de las
reformas estructurales a largo plazo que son necesarias para abordar
las causas últimas de las crisis alimentarias. La situación varía
enormemente de un país a otro, pero entre las causas principales
destacan el aumento de la pobreza, la mala gestión agrícola y el
abandono por parte del estado, unas injustas reglas de comercioCrisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 16
internacional, los conflictos armados, y las nuevas amenazas que
representan el VIH/SIDA y el cambio climático.
La pobreza
“Cuando lo vi en la carretera, pensé, -Dios me ha alimentado, me acaba de
dar comida. Había ido a mendigar algo para mis hijos. Entonces vine aquí,
no sé por qué, igual fue Dios el que me guió hasta aquí, y encontré esto para
comer. No sé si seguir recogiendo esta comida o irme a casa a alimentar a mis
hijos que me esperan hambrientos. No han comido nada desde ayer.”
Naramat Kuyato, una mujer Maasai desplazada, encontrada al lado
de la carretera en el distrito de Ngorongoro, en el norte de Tanzania.
Recogía granos de maíz que habían caído de un vehículo que pasaba.
Abril de 2006
La pobreza, agravada por la mala salud y la falta de educación, es
una de las principales causas del hambre.46
  El hambre, a su vez,
perpetúa la pobreza ya que afecta negativamente a la capacidad de
aprendizaje y de generar ingresos de las personas. Algunos países
africanos han conseguido reducir la pobreza endémica pero, en
términos generales, el número de personas del África Subsahariana
que sobreviven con menos de un dólar al día se ha prácticamente
duplicado desde 1981, alcanzando la cifra de 313 millones de
personas en 2001, lo que representa el 46 por ciento de la población.47
 
Gran parte del debate político actual echa las culpas de la pobreza de
África al mal gobierno, la corrupción y al clientelismo (el intercambio
de votos por “favores”).48
  Análisis recientes de la FAO demuestran
que los países en los que la seguridad alimentaria se ha deteriorado
tenían los gobiernos menos estables, el Estado de Derecho más débil
y la corrupción más galopante.49
  Según la experiencia de Oxfam, los
desequilibrios de poder y la falta de voluntad política para abordar la
pobreza, la desigualdad y el hambre, son con frecuencia un
importante problema subyacente. El abandono o la hostilidad por
parte del gobierno hacia grupos sociales particulares, tales como las
comunidades de pastores, las mujeres o grupos de minorías étnicas,
puede agravar en gran medida la inseguridad alimentaria. En el
Cuerno de África, por ejemplo, el 40 por ciento de las personas
crónicamente pobres e inseguras a nivel alimentario pertenecen a las
comunidades de pastores. En Zimbabwe, un factor importante que
colaboró a agravar la situación de inseguridad alimentaria fue la
“Operación Limpieza”, una ofensiva liderada por el gobierno contra
los mercados irregukares, que afectó a 700.000 personas e hizo que
muchas perdieran sus casas y sus medios de vida.17 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
Las comunidades de pastores
“Esto no sólo tiene que ver con las comunidades de pastores y el agua,
sino con la marginación; con políticas dirigidas a las comunidades de
pastores que han fracasado y que nos mantienen marginados”
Edaan Johnmark, contraparte de Oxfam, Riam Riam, Turkana, norte de
Kenia
Las comunidades de pastores han sido unas de las más afectadas por las
recientes crisis alimentarias en Níger y Kenia. Su vulnerabilidad está
ligada a una larga trayectoria de desacuerdos, desconfianza y abandono
por parte del gobierno. En la mayor parte de los países africanos, las
comunidades de pastores son una minoría cuya forma de vida es vista
como primitiva y anticuada por los funcionarios del Estado, que dan por
sentado que las comunidades de pastores deben adaptarse a los sistemas
dominantes de desarrollo y de entrega de servicios. El resultado es que
estas comunidades carecen frecuentemente de acceso a la tierra, al agua,
a la salud y a la educación. También se ven gravemente afectadas por las
crecientes presiones sobre la tierra y por el cambio climático. Las mujeres
de estas comunidades son doblemente desfavorecidas, dadas las
limitaciones a las que se enfrentan en el seno de sus propias sociedades
en lo relativo, por ejemplo, a la propiedad de la tierra o para asumir roles
públicos. A pesar de estos problemas, el pastoreo es la estrategia de
forma de vida que mejor se adapta a los vastos pastizales del Sahel, y
acompañado de un entorno político correcto, puede llegar a ser altamente
productivo.
La principal presión para conseguir políticas inclusivas que
favorezcan a los más pobres tendrá que venir desde dentro, por parte
de líderes progresistas, sociedad civil y los medios de comunicación.
Sin embargo, las políticas de los países ricos han tenido una poderosa
influencia coaccionadora sobre el desarrollo a lo largo de la historia
de África. Desde la década de los 80, la suma de una inadecuada
cancelación de la deuda, una ayuda al desarrollo en descenso y de
baja calidad, el asesoramiento erróneo por parte de los donantes,
condiciones ligadas a la ayuda que obligaban a los países a adoptar
políticas agrícolas perjudiciales, y unas injustas reglas del comercio,
han contribuido al bajo crecimiento del África Subsahariana,
agravando todavía más los problemas causados por el mal gobierno.
50
 Asimismo existen indicios que apuntan a que los donantesCrisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 18
internacionales no siempre han hecho cumplir a los gobiernos las
condiciones impuestas a los préstamos y a la ayuda, ideadas para
promover el buen gobierno, y en consecuencia han contribuido a
fomentar culturas de clientelismo y corrupción.51
Aunque estén todavía lejos de lo que se necesita, los compromisos
asumidos en 2005 por el G8 - incrementar la ayuda oficial al
desarrollo y cancelar la deuda externa para reducir la pobreza- deben
ahora traducirse en acciones concretas. Los países donantes deberían
garantizar también que las políticas internacionales de más amplio
alcance (ya sean en materia de comercio, energía o seguridad) son
coherentes con sus compromisos de reducir la pobreza.
El temor de que la ayuda sea desviada por elites corruptas o utilizada
para fines políticos no puede ser una excusa para la falta de acción:
las pruebas demuestran que la ayuda al desarrollo ha proporcionado
recursos vitales para el desarrollo humano en África, y muchos
estudios indican que ha contribuido a su crecimiento económico.
52
Además, el ambiente político en materia de ayuda está mejorando.
Muchos gobiernos del África Subsahariana están desarrollando
estrategias nacionales para la reducción de la pobreza. Ha habido un
giro entre los donantes para garantizar que la ayuda es utilizada para
reducir la pobreza en lugar de ser usada para su propio beneficio
comercial o político.53
  Pero todavía puede hacerse mucho más. Los
gobiernos pueden intensificar sus esfuerzos para reducir la pobreza,
y trabajar con otros gobiernos y los grupos de la sociedad civil para
garantizar que los programas están diseñados para reducir la
corrupción. Los donantes pueden proporcionar apoyo financiero para
que la sociedad civil haga un seguimiento y controle los flujos de
ayuda, y ayudar a reducir los incentivos a la corrupción garantizando
que los gobiernos disponen de los recursos necesarios para atraer a
personal cualificado y pagar salarios adecuados.
54
 
Agricultura
En el futuro inmediato, los esfuerzos para abordar las causas últimas
del hambre en la mayoría de los países del África Subsahariana deben
centrarse principalmente en el sector rural, que representa el 70 por
ciento de la población y  las dos terceras partes de los medios de
vida.55
  Aunque la inseguridad alimentaria está creciendo en las áreas
urbanas y periurbanas, especialmente en aquellas áreas en las que
existe una alta incidencia de VIH/SIDA, la mayoría de los grupos
pobres y desnutridos de África siguen viviendo en áreas rurales.56
 A
pesar de ello, una de las importantes causas subyacentes de las crisis
alimentarias ha sido el abandono o la mala gestión de la agricultura19 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
por parte del gobierno, unido al  erróneo asesoramiento y la
condicionalidad por parte de los donantes.
Es vital que el compromiso de los gobiernos africanos y donantes de
aunar fuerzas para erradicar la pobreza, a través de la Nueva
Asociación para el Desarrollo de África (NEPAD, en sus siglas en
inglés) y la Comisión para África, cristalice en políticas agrícolas
eficaces que den participación y prioricen a los pequeños agricultores,
las comunidades de pastores y las mujeres. 57
   Un incremento, por
pequeño que sea, en el rendimiento y los ingresos de estos grupos
sería de gran ayuda para reducir el hambre y la pobreza.58
  Los
indicios señalan que los países que han mejorado su seguridad
alimentaria han contado con el compromiso primordial del gobierno
hacia el sector de agrícola a pequeña escala.
59
  También indican que
el crecimiento rural puede comportar el crecimiento del resto de la
economía.
60
Invertir en los pobres de las áreas rurales
Las políticas dirigidas a favorecer a los pobres requerirán un aumento
significativo de la inversión en áreas rurales. NEPAD ha estimado
que se necesitarán cerca de 18.000 millones de dólares anuales para
alcanzar el objetivo de la Cumbre Mundial de la Alimentación:
reducir a la mitad el hambre en África.61
 También propone que África
aumente sus contribuciones domésticas a la inversión agrícola del
actual 35 por ciento a un 55 por ciento en 2015. 62
En la cumbre de la Unión Africana que tuvo lugar en julio de 2003,
los mandatarios adoptaron la “Declaración de Maputo sobre
Agricultura y Seguridad Alimentaria en África”, en la que se
comprometían a incrementar el gasto en agricultura hasta como
mínimo un 10 por ciento de sus presupuestos anuales.63
  Este es un
paso positivo, aunque un cálculo aproximado sugiere que los
gobiernos siguen destinando, como promedio, tan sólo el cinco por
ciento de sus presupuestos para la agricultura, a pesar del gran
número de personas que dependen de este sector como su principal
fuente de ingresos. 64
E incluso la limitada financiación presupuestaria asignada a la
agricultura en África suele dejar de lado a los pequeños agricultores y
a las comunidades de pastores. Por ejemplo, el Ministro de
Planificación Económica y Desarrollo de Malawi esbozó
recientemente una estrategia de crecimiento que implicaba la
reasignación de recursos destinados a gasto público para los pobres,
para dedicarlos a reforzar el crecimiento del sector estatal.65
 En
Kenia, el gobierno tiene un Plan de Desarrollo para las Tierras Áridas
para abordar la pobreza y la vulnerabilidad de las personas que vivenCrisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 20
en estas regiones que, sin embargo, todavía no ha sido puesto en
práctica.
Además, la ayuda externa para el desarrollo destinada al sector
agrícola de África ha descendido bruscamente. Las ayudas a la
producción agrícola en África subsahariana han caido un 43 por
ciento entre 1990-92 y 2000-02 – de una media de 1.700 millones de
dólares a 974 millones- aunque recientemente ha mostrado un ligero
ascenso. 66
  Del mismo modo, cifras de la FAO y la UA  indican que
tras alcanzar un nivel máximo de 4.800 millones de dólares en 1989,
la ayuda a los sectores rurales en África (incluyendo ayudas a la
producción, infraestructura y marketing) cayó ligeramente por debajo
de los 2.500 millones de dólares después de 1997, antes de volver a
aumentar a 3.400 millones de dólares en  2002.67
  Entre 1997 y 2001,
los préstamos del Banco Mundial para la agricultura también
descendieron en un 30 por ciento.
68
Apoyar los medios de vida rurales
“A la hora de formular las políticas, esto se debería hacer de abajo hacia
arriba; lo que ocurre es que de momento sólo se hace de arriba a abajo y ello
causa problemas. Si están tomando decisiones que me afectan, y no las hemos
formulado juntos, ¿cómo puedo estar de acuerdo con ellas? Es mi derecho
humano básico poder participar en las cuestiones que me afectan”.
Ephrem, pastor Maasai, Ngorongoro, Tanzania, abril de 2006
Basándonos en la experiencia de Oxfam, la inversión a largo plazo en
programas de desarrollo rurales con grupos vulnerables puede
contribuir de manera crucial a reducir la inseguridad alimentaria. Es
necesario que se canalicen más recursos para ayudar a mejorar el
acceso de las personas a insumos agrícolas como semillas,
herramientas, fertilizantes y créditos; para mejorar su acceso a los
mercados; y para ayudar a desarrollar actividades no agrícolas
generadoras de ingresos.  También es vital que se invierta en la
protección de los recursos hídricos y en la irrigación a pequeña
escala, ya que gran parte de la agricultura de África sigue basada en
la irrigación por agua de lluvia y está sujeta a los caprichos del
tiempo.69
 En todas estas áreas, las nuevas tecnologías pueden ayudar
a mejorar la productividad y los ingresos. Sin embargo, en muchos
casos, la tecnología más simple, como técnicas de conservación del
agua, pequeños tractores, o carretillas pueden ser enormemente
útiles. Finalmente, es esencial que haya una mejora en los servicios de
salud y educación para que las personas puedan salir por sí mismas
de la pobreza.21 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
Apoyo a los medios de vida: aunando la ayuda y el desarrollo
“El programa ha proporcionado estabilidad a los hogares porque los
hombres no han tenido que dejar las aldeas, y nosotras no hemos tenido
que endeudarnos para comprar alimentos. Además, podemos almacenar
nuestra nueva cosecha porque todavía tenemos algunos alimentos del
programa”
Una mujer de Dakoro, Níger
Cuando la emergencia en el Sahel alcanzó su punto máximo, Oxfam pudo
ayudar a evitar que algunas personas se endeudaran aún más. La
iniciativa consistía en pagar un precio normal por animales debilitados, a
los que se mataba y cuya carne servía para alimentar a los miembros más
vulnerables de la sociedad. Además, esta iniciativa vino acompañada de
un programa de cupones/dinero por trabajo en el cual se pagaba a las
personas del norte de Mali y el sur de Níger por trabajar en proyectos para
la comunidad. Se compraron y mataron más de 8.000 animales
debilitados, se replantaron 960 hectáreas de pastos, y se rehabilitaron 30
diques tradicionales. Cuando la crisis pasó su punto álgido, Oxfam
continuó apoyando a las mismas comunidades a través de ferias de
animales y semillas, que proporcionaron a cientos de agricultores y
ganaderos con opciones para reconstruir sus medios de vida. Este nivel de
ayuda continuada y adaptada es fundamental para evitar que las
comunidades sigan endeudándose aún más cada vez que son afectadas
por un “shock” externo.
Fuente: Oxfam
Sin embargo, la pobreza y la inseguridad alimentaria son causadas
también por los desequilibrios de poder, que son tanto una causa
como un efecto de la falta de acceso a los recursos. La experiencia de
Oxfam sugiere que los programas de desarrollo más efectivos son
aquellos que empoderan a las comunidades locales para articular sus
propias necesidades, reclamar sus derechos, e influir en aquellos que
están en el poder para que sean receptivos a sus preocupaciones. En
Wajir, en el norte de Kenia, las comunidades de pastores han creado
32 asociaciones pastorales, que gestionan programas de desarrollo
locales, trabajan para mejorar los servicios públicos para las
comunidades de pastores, y representan a estas comunidades en los
niveles de gobierno nacional y de distrito.
Asimismo, también es fundamental que las mujeres se impliquen y se
beneficien de los programas de desarrollo. Las mujeres son las
responsables del 70 por ciento de la producción de alimentos en
África, de la mayoría de la venta de los productos familiares, y de la
mitad de la cría de animales. Además, también se ocupan de la
preparación de los alimentos, de recoger leña y agua, del cuidado de
los niños, y de cuidar a los mayores y a los enfermos.70
 La mejora enCrisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 22
la educación y en los ingresos de las mujeres contribuye de manera
fundamental a reducir la desnutrición infantil.71
Mejorar el acceso a la tierra
Pese a que la disponibilidad de la tierra ha sido un problema menos
apremiante en el África Subsahariana que en Asia y en
Latinoamérica, la no tenencia de la tierra, los sesgados modelos de
propiedad, y la inseguridad en la tenencia de la tierra pueden ser
causas fundamentales de inseguridad alimentaria y pobreza.
En lugares de África del Sur, por ejemplo, el sector agrícola se sigue
caracterizando por una estructura heredada del colonialismo, que
consiste en grandes fincas que ocupan las tierras de cultivo más
fértiles, y pequeñas granjas en suelos menos fértiles que dependen de
la agricultura regada por el agua de lluvia, donde viven la mayoría
de los agricultores pobres.
Mejorar los derechos a la tierra de los grupos pobres y marginados,
incluyendo una reforma redistributiva de la tierra, implica difíciles
decisiones en materia de compensación, además de la necesidad de
tomar medidas complementarias que proporcionen asistencia técnica
e insumos agrícolas. Sin embargo, puede representar una vía
fundamental para mejorar la seguridad alimentaria.
Las medidas para mejorar el derecho a la tierra de las mujeres,
incluyendo los derechos hereditarios, son especialmente importantes.
Muchas veces, las mujeres no tienen derecho a la tierra incluso
cuando están al frente de los hogares o son las responsables de la
producción de alimentos. Esto les impide poder utilizar la tierra como
garantía para un crédito, frenando inversiones que ayudarían a
reducir la vulnerabilidad. En muchos países africanos, la mujer
pierde todos sus derechos de cultivar la tierra de su marido cuando
éste muere.72
En el Sahel y en el este de África, las comunidades de pastores han
sufrido seriamente a causa de la privatización y vallado de la tierra
comunal, y por el desvío del uso de tierras de pastoreo para otros
usos.73
Repensar el papel del estado
Una lección importante que se extrae de las imperfectas reformas del
mercado introducidas a partir de la década de los 80 por el Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial, respaldadas por los
principales donantes, es que la acción estatal es necesaria para
proporcionar seguridad alimentaria. Esto es especialmente cierto en
las áreas rurales de África, donde los mercados suelen ser muy23 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
débiles, poco equitativos y comportan muchos riesgos,74
 y en los que
la inestabilidad de los precios es un problema en sí mismo.
Las políticas de libre mercado debían supuestamente erradicar la
tendencia urbana, la ineficacia y la corrupción asociada a las políticas
intervencionistas estatales anteriores. Sin embargo, de manera cada
vez más generalizada se admite que dichas políticas no han  logrado
aportar el considerable crecimiento agrícola que se necesita para
poner en marcha la reducción de la pobreza rural y mejorar la
seguridad alimentaria.75
 Tras un pronunciado descenso en la década
de los 70 y a principios de los 80, la producción alimentaria per capita
se ha estancado.76
La reducción de la capacidad estatal para intervenir en los mercados
alimentarios, sin antes asegurar la emergencia de un fuerte sector
privado que llenase el vacío, supuso un grave problema.77
  Allí donde
los comerciantes privados han entrado para reemplazar al Estado,
con frecuencia lo han hecho en términos muy desfavorables para los
agricultores pobres. En muchos casos, esto ha dejado a los
agricultores mucho más inseguros a nivel alimentario, y a los
gobiernos más dependientes de imprevisibles flujos de ayuda
internacionales.78
 
Pocas personas recomendarían un retorno completo a las políticas
intervencionistas del pasado. Sin embargo, son muchas las que
reconocen el importante papel que juega el Estado a la hora de
proporcionar infraestructura y bienes públicos para facilitar los
mercados. El Estado también necesita establecer un marco legislativo
para la reforma de la propiedad de la tierra, y para proporcionar
asistencia técnica. En la actualidad existe un reconocimiento creciente
de que la intervención directa del Estado (a través de la creación de
reservas de grano para estabilizar los precios, aportaciones de dinero
en efectivo o insumos subvencionados o gratuitos) puede
proporcionar una manera menos costosa y más eficiente de
garantizar la seguridad alimentaria. El Banco Mundial, por ejemplo,
lo ha reconocido recientemente en relación con las iniciativas de
aportaciones estatales.79
La apropiada combinación de intervenciones debería ser determinada
caso por caso mediante un proceso de consulta entre los gobiernos, la
sociedad civil y los donantes. En los casos en los que los mercados
funcionan, los gobiernos pueden proporcionar aportaciones de dinero
en efectivo para ayudar a las personas a comprar insumos agrícolas y
a la vez satisfacer sus necesidades de consumo inmediatas. Otro
acercamiento que ha sido ampliamente estudiado es el del programa
de distribución de insumos del gobierno de Malawi, que consistía en
distribuir de manera gratuita un pequeño lote de insumos, en el queCrisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 24
había suficiente fertilizante como para abonar alrededor de 0,1
hectáreas, y que se repartía de manera generalizada entre los
pequeños agricultores. Existen indicios de que este programa ha
aumentado la productividad y el rendimiento del maíz, y por
consiguiente, los ingresos.80
   Sin embargo este enfoque no ofrece a los
agricultores tanto margen para poder elegir los insumos como las
aportaciones de dinero en efectivo. Otro acercamiento es el de los
subsidios focalizados, pese a que se debe tener cuidado en garantizar
que no son capturados por grupos con más recursos. La subvención
de organizaciones y cooperativas de productores es otra forma de
garantizar insumos y servicios para los agricultores y para las
comunidades de pastores, especialmente si la corrupción hace
descartar la intervención estatal.
Es necesario intensificar los esfuerzos para mejorar la calidad de la
intervención estatal y reducir los riesgos de abuso político y
corrupción. Además, tanto los gobiernos locales como los donantes
necesitan alejarse de las intervenciones politizadas a corto plazo, y
encaminarse hacia estrategias a largo plazo para apoyar a los
pequeños agricultores. Según un informe reciente sobre Malawi, las
propuestas de los donantes para el sector agrícola han estado
caracterizadas por un pensamiento a corto plazo, por la
competitividad y por personalismos políticos, aspectos que a menudo
son criticados por los propios donantes en relación a los gobiernos
africanos. Debido a la gran influencia de los donantes sobre la política
estatal, esto ha contribuido a políticas agrícolas incoherentes y
contradictoras que han dañado seriamente a los pobres, y han
aumentado la inseguridad alimentaria.81
   
Las injustas reglas del comercio internacional
El comercio internacional de productos agrícolas puede tanto mejorar
como dañar la seguridad alimentaria en África. Por el lado positivo,
las importaciones permiten a los países con déficit de alimentos
satisfacer las necesidades de sus poblaciones, mientras que
exportaciones como las de algodón o café, pueden aportar valiosos
ingresos a los agricultores para complementar su producción de
alimentos. A pesar de que las limitadas perspectivas para algunas
exportaciones sugieren que los agricultores africanos podrían
necesitar centrarse en el suministro de productos alimentarios básicos
para sus mercados nacionales y regionales,82
las injustas políticas
aplicadas por los países industrializados hacen que el comercio
agrícola aporte muchos menos beneficios de los que debería, y
constituyen muchas veces una influencia negativa.25 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
La pobreza rural en África Subsahariana se ve agravada por la
dependencia de la exportación de un pequeño número de productos
agrícolas, muchos de los cuales están sujetos a la volatilidad y a la
caída de los precios internacionales.  Entre 2002 y 2003, por ejemplo,
la caída en picado del precio del café contribuyó a la crisis alimentaria
de Etiopía ese mismo año.83
 Parte del problema radica en que el FMI
y el Banco Mundial han promovido un modelo de crecimiento basado
en la exportación a través de los paises desarrollados, junto al pago
de las obligaciones de la deuda. Ello ha conducido al incremento de
la oferta y la caída de los precios mundiales de cultivos como el
cacao, el azúcar y el café. A los países les resulta también difícil
introducirse en la fabricación y venta de productos procesados, con
unos precios más estables, debido a las barreras comerciales que
imponen los países ricos. No es casualidad que Alemania sea uno de
los principales exportadores de café procesado.
A pesar de los avances por parte de la UE y Canadá para
proporcionar un mejor acceso a sus mercados a las exportaciones de
los países menos desarrollados (muchos de los cuales se encuentran
en el África Subsahariana) el mundo industrializado sigue
manteniendo importantes barreras arancelarias y de otros tipos, como
las normas relativas a la seguridad de los alimentos, que son
excesivamente difíciles de cumplir para los países en desarrollo.
Según un estudio del Banco Mundial, nueve países africanos podrían
perder hasta 670 millones de dólares en exportaciones de frutos secos
debido a  una norma de la UE que, en realidad, no representa ningún
beneficio importante para la salud de los consumidores.84
Al mismo tiempo, la condicionalidad de los préstamos del FMI
durante la década de los 80 y de los 90, obligó a muchos países
africanos a reducir sus aranceles y sus cuotas sobre los productos de
importación agrícola, incrementando de esta forma las importaciones
y reduciendo los precios en el mercado nacional. Mientras que ello
puede comportar algunos beneficios a las familias urbanas con bajos
ingresos si la reducción de los precios repercute en los consumidores,
también puede mermar la producción local de cultivos alimentarios
básicos y agravar la pobreza rural.
La UE y EEUU también son culpables de dañar los medios de vida
rurales de África al apoyar a sus propios agricultores con subsidios
que sobrepasan los 200 mil millones de dólares anuales, para después
inundar el mercado internacional con sus excedentes subsidiados,
haciendo bajar los precios. Las exportaciones estadounidenses de
algodón subvencionado representan para África Occidental la
pérdida de 200 millones de dólares al año en ingresos, muchos de losCrisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 26
cuales hubieran recaído en pequeños agricultores de los países más
pobres.85
Los países ricos y las industrias agropecuarias internacionales
rechazan en su mayoría establecer medidas para estabilizar los
precios de las materias primas, un factor que crea muchas
dificultades a los productores africanos. Al mismo tiempo, en una
sorprendente  demostración de doble rasero, en las negociaciones
sobre el comercio en la OMC, los países industrializados, y la UE y
EEUU en particular, no han logrado por el momento ofrecer
suficientes recortes en sus subsidios agrícolas, han mantenido unos
niveles excesivamente altos de protección, y se han negado a
garantizar a los países pobres la flexibilidad necesaria para defender
a los agricultores con bajos ingresos de las importaciones baratas.
Este comportamiento está en marcado contraste con su muy
repetidamente declarado compromiso de reducir la pobreza y el
hambre en África.
Los conflictos armados
“El principal motivo para tener un arma no es la criminalidad, es el instinto
de supervivencia. La necesidad de vivir un día más. Los vecinos van armados
y nosotros nos enfrentamos a la extinción. Necesitamos ser responsables sin
agredirnos”
Edaan Johnmark, contraparte de Oxfam, Riam Riam, Turkana, norte
de Kenia
Los conflictos armados, y el consiguiente desplazamiento y exilio de
millones de personas, es responsable de más de la mitad de las
emergencias alimentarias denunciadas en África con anterioridad a
febrero de 2005.86
   El alto grado de desnutrición crónica registrado en
la República Democrática del Congo, por ejemplo, que afectaba al 71
por ciento de la población en 2002, se debe en gran medida a su
prolongada guerra civil.87
Los conflictos perturban el desarrollo de la actividad económica,
reducen las inversiones y desvían recursos hacia fines militares.
Muchas personas se ven obligadas a desplazarse o se refugian en
centros urbanos; huyen del campo o son reclutadas, heridas o
asesinadas, lo que ocasiona el abandono de las granjas, con drásticas
consecuencias para la producción de alimentos. Muchas veces, el
miedo y la inseguridad impiden que las personas se ocupen de sus
granjas o de su ganado. Las infraestructuras rurales y los mercados
pueden ser destruidos y la tierra cultivable puede convertirse en
inaccesible por culpa de las minas. La inseguridad limita la movilidad
y el pastoreo, y el empobrecimiento causado por el conflicto armado27 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
induce a las personas a involucrarse en actividades arriesgadas e
ilegales.
Aunque estos efectos son a veces los resultados no intencionados de
un conflicto, también pueden formar parte de una estrategia de
guerra. El Derecho Internacional Humanitario impide que las partes
enfrentadas dirijan sus ataques sobre almacenes de alimentos,
cultivos o ganado, y el desplazamiento forzoso está expresamente
prohibido. También se exige a los gobiernos que protejan a la
población civil durante un conflicto armado y que proporcionen
ayuda humanitaria o permitan su provisión a través de
organizaciones imparciales. Sin embargo, las partes enfrentadas a
veces intervienen activamente para negar el acceso a alimentos a
comunidades o grupos étnicos a los que consideran sospechosos de
apoyar a la oposición.  Esto puede llevar a actos como el bombardeo
intencionado de granjas, o el saqueo de ganado; o actos de omisión
tales como la oposición de las autoridades a declarar una emergencia;
o el bloqueo, la retención o la provisión selectiva de la ayuda. En
Darfur, el fracaso del gobierno por controlar la violencia dirigida
contra grupos étnicos mayoritariamente sedentarios por parte de las
milicias de grupos nómadas contrarios, ha dejado a 3,4 millones de
personas dependiendo de la ayuda alimentaria. Entre los recientes
acontecimientos figura la destrucción intencionada de grandes
extensiones de cultivos para evitar que 1,8 millones de personas
internamente desplazadas (PID) que viven en campos de
desplazados, regresen a sus casas.
Veinte años de guerra en el norte de Uganda
Durante 20 años, el norte de Uganda se ha visto atrapado en un cruento
conflicto armado librado entre el gobierno de Uganda y el Ejército de
Resistencia del Señor (Lord Resistance Army, LRA). El conflicto ha
causado el desplazamiento de 1,8 millones de personas. El setenta y ocho
por ciento de estas familias no tienen ningún acceso a la tierra, el 84 por
ciento dependen de la ayuda alimentaria para sobrevivir, y se da un
“exceso” estimado de 900 muertes por semana. Esta situación ha
comportado altos niveles de desnutrición crónica: por ejemplo, alrededor
del 48 por ciento de los niños del distrito de Kitgum presentan retrasos de
crecimiento por causa de la desnutrición. El coste económico de la guerra
en la región ronda los 864 millones de dólares, cifra que representa en
gran medida las pérdidas en producción agrícola y productividad laboral.
Fuente: Organizaciones de la Sociedad Civil por la Paz en el Norte de
Uganda (CSOPNU, en sus siglas en inglés), marzo de 2006, Counting the
Cost: Twenty Years of war in Northern Uganda
La solución de las crisis alimentarias de África pasa necesariamente
por la solución de sus conflictos armados. Esta responsabilidad
descansa principalmente en los gobiernos africanos y en otros actoresCrisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 28
combatientes no estatales, pero también recae en la Unión Africana
quien, con el apoyo de la comunidad internacional, debe ponerse a la
altura de las circunstancias. La comunidad internacional tiene
también su responsabilidad. Tal y como se acordó en la Cumbre
Mundial de Naciones Unidas en 2005, los gobiernos nacionales tienen
la responsabilidad fundamental de proteger a sus ciudadanos, pero
los demás gobiernos también comparten esta responsabilidad.
Los países ricos deben implicarse más seriamente en la búsqueda de
la paz en África. Entre otras medidas, deberían incrementar su apoyo
a la Unión Africana y a las misiones para el mantenimiento de la paz
en África, controlar el suministro de armas a la región, limitar las
importaciones de recursos naturales que son utilizados para
mantener los conflictos, y garantizar que las compañías
transnacionales bajo su jurisdicción no están favoreciendo el conflicto
mediante la explotación ilegal o inmoral de los recursos naturales.
Es necesario un gran cambio en cuanto a la generosidad y la urgencia
para suministrar fuerzas de mantenimiento de la paz en países como
Sudán y la República Democrática del Congo. La Fuerza de Reserva
Africana, iniciativa de la Unión Africana, debe ser fortalecida lo antes
posible. Las negociaciones para lograr firmar un Tratado para el
Comercio de Armas internacional pueden llevar años, pero como
mínimo, deben empezar en 2006.
Dichas actividades deben ir acompañadas de una decisiva inversión
para reducir la pobreza, y del apoyo al buen gobierno, factores que
contribuirían decisivamente a reducir los conflictos armados. Una vez
terminado un conflicto, debe proporcionarse una ayuda más
generosa y sostenida en el tiempo que evite que países como Sierra
Leona o Liberia vuelvan a la violencia.  Dicha ayuda debe ser
“sensible a los conflictos”; debe servir para reintegrar a los antiguos
combatientes dentro de una sociedad estable de manera eficaz,
proporcionándoles “medios de vida pacíficos”, que son la alternativa
más segura a la violencia.
VIH/SIDA
En el África Subsahariana, 26 millones de personas conviven con el
SIDA, cifra que representa más del 60 por ciento de la población
mundial afectada por el virus. Este factor se suma a otras
enfermedades debilitantes, como la malaria, la tuberculosis y la
diarrea. En 2005, 2,4 millones de personas murieron por causa del
VIH/SIDA en África, en su mayoría, personas jóvenes, reduciendo
drásticamente la población activa, llevándose los pilares de las
familias y las comunidades, y dejando alrededor de 12 millones de29 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
huérfanos. La incidencia del virus es especialmente grave en los
países del sur de África.88
El VIH/SIDA constituye una tragedia humana y una importante
amenaza para la seguridad alimentaria. La enfermedad y el deterioro
de la salud reducen la capacidad de las personas de cultivar sus
tierras o trabajar en tareas no agrícolas. La muerte impide que los
padres traspasen conocimientos y habilidades fundamentales a sus
hijos, tanto de carácter agrícola como de otros tipos. El tiempo
dedicado a cuidar de los enfermos, una tarea que con frecuencia recae
en las mujeres, reduce el tiempo disponible para realizar un trabajo
productivo. La necesidad de pagar los medicamentos obliga a las
familias a tener que vender herramientas agrícolas o incluso la tierra
de la que dependen para sobrevivir. La producción de maíz en las
granjas comunales en Zimbabwe cayó un 54 por ciento entre 1992 y
1997, en gran medida debido a enfermedades y muertes relacionadas
con el SIDA.89
 Esto crea un círculo vicioso, ya que la desnutrición
agrava la aparición de infecciones oportunistas y del SIDA, además
de reducir la eficacia de los anti-retrovirales.
La desigualdad de género y los altos índices de abuso sexual
registrados en algunos países hacen que las mujeres tengan un mayor
riesgo de infección. Debido a que las mujeres son las principales
responsables de la producción de alimentos y del cuidado de los
niños, este factor puede afectar de manera negativa la nutrición del
hogar. Además, el hecho de que en algunos países las viudas de
hombres que han muerto por causa del SIDA tienen dificultad para
obtener créditos o pierden sus derechos sobre la tierra, aumenta las
dificultades a las que se enfrentan para suministrar alimentos a sus
familias.90
La noticia esperanzadora es que las respuestas para luchar contra el
SIDA tanto a nivel estatal como nivel internacional han mejorado a lo
largo de la última década. Los gobiernos africanos han incrementado
el gasto destinado a la salud, apoyados por la ayuda y la cancelación
de la deuda;91
los programas de prevención que se han puesto en
marcha en algunos países están ayudando a reducir las tasas de
infección; y en las distintas regiones de África cada vez existen más
grupos de la sociedad civil, como la Campaña de Acción para el
Tratamiento (TAC, por sus siglas en inglés) y la Campaña para el
Tratamiento Panafricana, que están ejerciendo presión sobre sus
gobiernos para que éstos hagan frente a la pandemia.
Sin embargo, la escala de la respuesta sigue estando muy lejos de la
necesaria. Sólo uno de cada diez africanos que necesitaban
medicamentos para el SIDA los estaba recibiendo en 2005.92
 Para
proveer prevención, tratamiento y cuidados a las personas queCrisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 30
conviven con el VIH/SIDA en los países en desarrollo, serán
necesarios como mínimo 55.000 millones de dólares a lo largo de los
próximos tres años.93
  Los donantes deben aumentar radicalmente su
ayuda financiera a los servicios de salud para combatir el VIH/SIDA
y otras enfermedades que diezman a tantas comunidades en África
Las industrias farmacéuticas deben garantizar que los medicamentos
son asequibles, ofreciendo precios preferentes, permitiendo que los
fabricantes de genéricos suministren versiones de bajo coste de
fármacos sobre los que tienen patentes, y apoyando unas reglas para
patentes flexibles en los acuerdos comerciales.
Las consideraciones relativas al SIDA deben ser incorporadas
también en el diseño de los programas para la seguridad alimentaria
y para el desarrollo. Esto puede llevarse a cabo, por ejemplo,
promocionando el uso de cultivos agrícolas, tecnologías y ganado que
requieran menos trabajo y proporcionen alimentos nutritivos. Las
cabras, los conejos y las aves de corral son más fáciles de vigilar que
los grandes animales y se reproducen más rápido; los huertos
familiares o los árboles frutales pueden cultivarse cerca de la casa,
producen durante todo el año, y requieren pocos cuidados.94
 
El cambio climático
“Este desarrollo, como el de los coches, que está estresando a la tierra; y la
quema de plásticos, que está llenando el aire... Creemos que existe mucha
conexión entre eso y lo que está ocurriendo ahora con las sequías. Si traes
petróleo y gasolina y lo tiras sobre la hierba, ésta no crece; así que ¿qué están
haciendo todos estos coches y estas innovaciones sobre un área mayor? Cada
día hay más enfermedades... unas que nunca habíamos visto antes”
 Sesophio, miembro de una tribu Maasai desplazado del Serengeti
por la sequía, Tanzania, abril de 2006
África es el continente más vulnerable al cambio climático debido a
su extrema pobreza y a la dependencia en la agricultura regada por el
agua de lluvia. Esto comporta que incluso pequeños cambios en el
clima pueden tener grandes repercusiones. Los datos relativos al
clima para África para los últimos 30-40 años indican que el
continente se ha ido calentando, hecho que ha contribuido a lluvias
más irregulares pero también más intensas, en otras palabras, más
sequías pero también más inundaciones.95
  Se calcula que la
desertificación está avanzando a un ritmo anual del 3,5 por ciento en
el África Subsahariana, un ritmo que es mucho mayor en las áreas
áridas y semiáridas. Si las tendencias actuales continúan, algunos
modelos climáticos predicen que en 2050 África será de 0,5 a 2 grados31 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
más caliente, con menos cantidad de lluvias y con mayores índices de
evaporación en el norte y en el sur de África.96
 
Este factor agravará la actual vulnerabilidad e inseguridad
alimentaria de los pequeños agricultores y de las comunidades de
pastores, que actualmente ya se enfrentan a grandes dificultades para
sobrellevar unas lluvias cada vez más irregulares y la degradación de
la tierra. Se calcula que África padecerá notables reducciones en el
rendimiento y en la producción.97
Una predicción creíble estima que en 2080 habrá en África entre 55 y
65 millones de personas más en riesgo de padecer hambre si las
temperaturas globales aumentan 2,5 grados. Esa cifra ascenderá a 80
millones si el aumento de la temperatura es mayor.98
 Un estudio
hecho público por Christian Aid en mayo de 2006 declara que las
enfermedades atribuibles al cambio climático podrían matar a 185
millones de personas en África a lo largo de este siglo.99
El cambio climático también puede agravar los conflictos armados, en
la medida en que hace que los recursos sean más escasos. Oxfam fue
testigo de cómo el aumento de presión sobre los recursos
intensificaba las tensiones entre los pastores nómadas y los
agricultores en Níger durante la crisis de 2005, y se ha argumentado
que la mayor competencia sobre la tierra fue uno de las causas que
desencadenaron el conflicto en Darfur.100
 Cualquier agravamiento de
la violencia interna puede llevar a conflictos mucho más graves.
Las sociedades del Norte son las principales responsables de la
contribución humana al calentamiento global. Si los gobiernos del
Norte tienen una voluntad real de abordar la pobreza y la
inseguridad en África, es necesario que intensifiquen sus esfuerzos
por reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Asimismo,
deben proporcionar ayuda financiera para ayudar a las comunidades
y a los gobiernos africanos a adaptarse al cambio climático. Es
necesario que las grandes economías emergentes tales como China,
Brasil o India tomen medidas similares.
Sin embargo, la sequía y la desertificación también tienen sus causas
en factores locales. En África Oriental, la deforestación y la
explotación comercial de los humedales han reducido drásticamente
la protección natural para retener la humedad de la tierra y de las
lluvias.101
  En África Occidental, la presión sobre la tierra causada por
el crecimiento de la población, la deforestación, la utilización excesiva
de la tierra por el pastoreo, inadecuadas prácticas agrícolas y una
mala gestión del agua, han contribuido a la sequía y a la
desertificación.102Crisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 32
Por lo tanto, es necesario que los gobiernos africanos intensifiquen
sus esfuerzos para poner en marcha programas de reforestación,
reparar el daño causado a los recursos forestales y a los humedales,
regular las actividades comerciales, y desarrollar planes de
adaptación climáticos.103
   Esto último debería incluir la
diversificación de cultivos y medios de vida, entre los que figuren
actividades no agrícolas, que son menos sensibles a la variabilidad
climática. Los planes de adaptación climática estar alineados con las
estrategias económicas y de reducción de la pobreza.
4 Recomendaciones para mitigar y
prevenir las crisis alimentarias
Abordar todos los problemas señalados en este informe parece una
tarea desalentadora. Sin embargo, los últimos años han sido testigos
de compromisos sin precedentes por parte de los gobiernos africanos
y de la comunidad internacional para abordar la pobreza y el hambre.
Los gobiernos mundiales se han comprometido a reducir el hambre a
la mitad para el año 2015, como un elemento clave de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio. Muchos de los miembros de la Unión
Africana han señalado la agricultura y la seguridad alimentaria como
objetivos políticos de importancia, y algunos, como Sudáfrica, han
consagrado el derecho a la alimentación en sus constituciones. La
Unión Africana y el NEPAD han desarrollado un Programa General
para el Desarrollo de la Agricultura en África,104
la Comisión para
África ha reclamado mayor atención para la agricultura, y el G8 y la
Cumbre de Naciones Unidas de 2005 han reclamado más ayuda para
reducir la pobreza y el hambre en África. El reto ahora está en
construir la voluntad política, tanto dentro como fuera de África, para
que estas promesas se traduzcan en una acción sostenida y eficaz que
proporcione beneficios concretos a las personas pobres. La acción
internacional debe estar sustentada por una gobernabilidad
responsable dentro de África, que favorezca a los pobres, y que no
deje de lado a ningún sector de la población.
Mejorar la respuesta humanitaria
• Son necesarios unos Sistemas de Alerta Temprana mejorados que,
además de la disponibilidad de alimentos, incluyan indicadores
sobre el acceso a los alimentos y a los mercados.
• Los países donantes deben ayudar a garantizar una ayuda de
emergencia más equitativa y oportuna, contribuyendo mil33 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
millones de dólares al reformado Fondo Central para
Emergencias de Naciones Unidas (CERF, en sus siglas en inglés)
• Los gobiernos deberían establecer las estructuras y el personal
necesario para poder responder eficazmente a las crisis
alimentarias, e integrar la prevención, preparación y mitigación
de desastres en las estrategias de reducción de la pobreza.
• Los gobiernos, donantes y agencias de Naciones Unidas deberían
acabar con la parcialidad existente en materia de ayuda
alimentaria, y garantizar una combinación flexible y adecuada de
ayuda de emergencia que apoye los medios de vida además de
satisfacer las necesidades inmediatas. Esto requiere que los
donantes desliguen la ayuda alimentaria y aumenten la
financiación para la adquisición local de alimentos y para
aportaciones de dinero en efectivo. Los esfuerzos de emergencia
deben estar respaldados por iniciativas de desarrollo.
• Los gobiernos deben establecer planes de “protección social” a
largo plazo para las personas que padecen inseguridad
alimentaria crónica y predecible, respaldados por la financiación
de los donantes a largo plazo.
• Las Naciones Unidas deben mejorar la coordinación y el
funcionamiento de la organización en las respuestas de
emergencia a las crisis alimentarias. Esto incluye otorgar un papel
destacado a la FAO para promover la seguridad alimentaria.
• Es necesario un acuerdo internacional en relación a los criterios
para medir y comparar las necesidades humanitarias y la
inseguridad alimentaria, integrado en los Sistemas de Alerta
Temprana y en las valoraciones de las necesidades.
Abordar las causas fundamentales
• La Unión Africana debería aceptar el reto de abordar las
principales guerras de África. Los países industrializados deben
incrementar el apoyo a la Unión Africana y a las misiones para el
mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, controlar el
suministro de armas, y supervisar la compra de recursos
naturales, la explotación de los cuales alimenta los conflictos
armados.
• La comunidad internacional debe implicarse más seriamente para
consolidar los frágiles acuerdos de paz mediante la provisión de
una ayuda generosa y sostenida que ofrezca “medios de vida
pacíficos” para ex-combatientes y otros grupos.Crisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 34
• Los gobiernos deberían adoptar políticas rurales eficaces que
prioricen a los pequeños agricultores, pastores nómadas y a las
mujeres productoras. La adecuada combinación de políticas debe
estar basada en un proceso consultivo, y estar complementada
con inversiones en organizaciones que representen la voz de las
personas marginadas.
• Es necesaria una mayor inversión a largo plazo en el desarrollo
rural, que alcance como mínimo el objetivo de la Unión Africana
del 10% del gasto estatal, con una mayor financiación externa
procedente de un aumento de la ayuda y de la cancelación de la
deuda prometida por el G8.
• Los donantes deberían alejarse definitivamente de la
condicionalidad de libre mercado, apoyar la intervención del
gobierno en mercados cuando sea adecuado, y trabajar con los
gobiernos y con la sociedad civil para fortalecer la capacidad del
estado y reducir el peligro de corrupción.
• Los países industrializados deberían apoyar medidas para
estabilizar los mercados de materias primas, acabar con el
dumping de exportaciones subsidiadas, permitir que los países
pobres defiendan sectores agrícolas sensibles de las importaciones
a bajo precio, y abrir aún más sus propios mercados a las
exportaciones africanas.
• Es necesario que se incremente sustancialmente la financiación de
los programas para combatir el VIH/SIDA y la ampliación de
servicios de salud; deben existir reglas más flexibles sobre
patentes, para garantizar medicamentos asequibles; y el
VIH/SIDA debe ser tenido en cuenta a la hora de diseñar
programas de seguridad alimentaria y de desarrollo.
• Las economías industrializadas y las principales economías
emergentes deben multiplicar sus esfuerzos para reducir el
calentamiento global y aumentar la ayuda financiera para ayudar
a África a adaptarse al cambio climático. Los gobiernos africanos
deben intensificar sus esfuerzos para invertir la tendencia a la
degradación del medio ambiente, e integrar planes de adaptación
al cambio climático dentro de las estrategias de reducción de la
pobreza.35 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
Notas
1
 FAO (2004) “Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo”.
2
 FAO (2003) “Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo”.
3
 FAO (2005) “Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo” prólogo:
“Si se mantiene el ritmo actual de reducción de la pobreza en las distintas
regiones en desarrollo, únicamente América del Sur y el Caribe alcanzarán
el Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) de reducir a la mitad el
porcentaje de personas que padecen hambre. Ninguna de ellas conseguirá
el objetivo, más ambicioso, de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación
(CMA) de reducir a la mitad el número de personas que sufren hambre”.
4
 FAO (2003) op. cit.
5
 Dr J. Lorimer, Centro de la Universidad de Oxford para el Medio Ambiente,
trabajo de investigación preparatorio sobre los impactos de los cambios
climáticos pronosticados que tienen mayor importancia para Oxfam, citando
M. Parry et al. (1999) “Climate change and world food insecurity: a new
assessment”, Global Environmental Change 9, suplemento 1.
6
 FAO (2005) op. cit.
7
 Véase la Declaración Universal de Derechos Humanos, artículo 25, y el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
artículo 11.
8
  Las pérdidas del PNB por causa de la desnutrición se sitúan en niveles
muy altos que van del 2 al 3 por ciento. Banco Mundial (2006) Repositioning
Nutrition as Central to Development, Overview, Directions in Development.
9
No existe una definición universalmente aceptada para crisis alimentaria o
inseguridad alimentaria grave, pero una definición de trabajo para Oxfam es
la siguiente: “una situación excepcionalmente grave de inseguridad
alimentaria que amenaza la vida de las personas y/o sus medios de vida”.
Esto ocurre cuando las personas experimentan: una gran reducción en su
principal fuente de alimentos debido a impactos externos y son incapaces
de compensar la diferencia mediante nuevas estrategias; la prevalencia de
la desnutrición es anormalmente alta para esa época del año, factor que no
se explica ni por cuestiones de salud ni por otras cuestiones; las personas
están utilizando estrategias de afrontamiento que están perjudicando sus
medios de vida a la larga, o se están implicando en actividades ilegales o
inmorales para conseguir alimentos. La hambruna es el deterioro acelerado
en las vidas de las personas, que se da cuando son incapaces de satisfacer
sus necesidades a través de estrategias de supervivencia o se ven
obligadas a desplazarse a campos de refugiados o similares, y la
desnutrición y las muertes aumentan.
10
 NNUU, OCHA.
11
 Cifras del gobierno de Kenia.Crisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 36
                                                                                                                           
12
 Unión Africana (2005) “Status of Food Security and Prospects for
Agricultural Development in Africa”, y CSOPNU (30 de marzo de 2006)
“Counting the Cost: Twenty Years of War in Northern Uganda”.
13
 UNICEF define la desnutrición como el resultado del consumo insuficiente
de alimento (hambre) y de la aparición repetida de enfermedades
infecciosas. La desnutrición implica pesar menos de lo normal para la edad,
tener una estatura inferior a la que corresponde a la edad (retraso en el
crecimiento), estar peligrosamente delgado (emaciación) y presentar
carencia de vitaminas y minerales (malnutrición por carencia de
micronutrientes). UNICEF (2006) “Progreso para la Infancia, Un Balance
sobre la Nutrición”, núm. 4
14
 En la actualidad, el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE no
tienen una definición oficial para ayuda humanitaria, sólo una categoría
llamada Ayuda Humanitaria y de Emergencia. La iniciativa del “Buen
Donante Humanitario“ está trabajando en una definición común para la
acción humanitaria, pero es un área compleja. Mientras que el principal
objetivo de la ayuda al desarrollo es erradicar la pobreza, la finalidad
principal de la ayuda humanitaria es la ayuda inmediata de importancia
crucial para salvar vidas, tales como el suministro de agua y saneamiento,
la alimentación, el alojamiento y los medios de subsistencia. Sin embargo,
las respuestas a emergencias pueden ir mucho más allá de esto y pueden
implicar también acciones para apoyar medios de vida y reducir la
vulnerabilidad frente a crisis futuras, con lo cual se desdibuja la separación
con la categoría de desarrollo. La ayuda puede implicar también acciones
para proteger la seguridad de las personas. En Oxfam definimos la ayuda
humanitaria como “aquella ayuda que se proporciona guiada por los
principios humanitarios, con el objetivo de enfrentarse a una amenaza
excepcional o extendida para la vida, la salud o la supervivencia básica, que
supera la capacidad de afrontamiento de los individuos y de la comunidad”.
15
Development Initiatives (2004–05) “Global Humanitarian Assistance”,
Actualización.
16
 OCHA Sistema de Control Financiero, www.reliefwegb.int/fts.
17
Ibid.
18
 OCHA (2005) “Humanitarian Response Review”.
19
 Existen varios Sistemas de Alerta Temprana. Algunos son globales, como
el Sistema de Información Mundial y de Alerta Temprana (GIEWS, en sus
siglas en inglés) y Sistema de Información y Cartografía sobre Inseguridad y
Vulnerabilidad Alimentarias (FIVIMS) de la FAO. Otros, tales como la Red
de Sistemas de Alerta Temprana para la Hambruna (FEWS NET) financiada
por USAID, funcionan en todo el mundo pero a nivel nacional. También
existen sistemas regionales como las redes de SAT de la Comunidad para
el Desarrollo del Sur de África.
20
 En Malawi, en 2001, ONG e iglesias predijeron una crisis alimentaria ya
en septiembre. Sin embargo, debido a que las valoraciones oficiales de los
cultivos habían exagerado la producción de mandioca, no se declaró una37 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
                                                                                                                           
emergencia hasta finales de febrero de 2002, cuando la hambruna había
alcanzado ya su punto crítico (Stephen Devereux, comunicado personal).
21
 Valoración de Oxfam.
22
Entre los criterios de intervención de Oxfam figuran, por ejemplo, el riesgo
de niveles excepcionalmente altos de desnutrición aguda (> al 15 por
ciento, por ejemplo) y la incapacidad de satisfacer las necesidades mínimas
alimentarias (por ejemplo, 2.100 kcal según ESFERA) sin dañar los medios
de vida, la salud y la dignidad. El seguimiento del uso de estrategias
perjudiciales de afrontamiento permite a Oxfam una temprana intervención y
prevenir muertes relacionadas con el hambre y la desnutrición.
23
 La ayuda alimentaria es una transferencia de recursos a determinados
hogares, comunidades o gobiernos en forma de alimentos, bien donados
gratuitamente o vendidos en condiciones de concesionalidad. Puede
suministrarse en la forma de alimentos (ayuda alimentaria en especie) o
como dinero para la adquisición local de alimentos. La ayuda alimentaria de
emergencia consiste normalmente en la distribución gratuita de raciones
generales de alimento, alimentación suplementaria y terapéutica. Esta
ayuda representó el 58 por ciento del total de la ayuda alimentaria en 2004,
habiendo experimentado una disminución del 37 por ciento en 2004 en
relación al 2003 (Sistema Internacional de Información sobre la Ayuda
Alimentaria, INTERFAIS, Programa Mundial de Alimentos). Sin embargo, la
ayuda alimentaria también se suministra en situaciones no consideradas de
emergencia, tales como la ayuda alimentaria para proyectos (proyectos de
desarrollo que utilizan la ayuda alimentaria o que están financiadas por la
venta de ayuda alimentaria) y la ayuda alimentaria mediante programas
(que es ayuda que se proporciona como actividades de apoyo
presupuestario para los gobiernos en forma de ventas concesionales, cuyos
ingresos son utilizados para el desarrollo). Prácticamente toda la ayuda
alimentaria mediante programas se vende en los mercados de los países
beneficiarios para generar dinero en efectivo y ayudar a los países con las
transferencias de la balanza de pagos, que generalmente se destina para
proyectos de desarrollo a largo plazo. En la práctica, hay elementos en
común, ya que las actividades de la ayuda alimentaria de emergencia en
crisis prolongadas puede parecerse a la ayuda alimentaria mediante
programas (OCDE, diciembre de 2004, “The Development Effect of Food
aid, Does Tying Matter?”).
24
Development Initiatives (2003), Global Humanitarian Assistance,  citado
en Jaspars, S, 2006, “From Food Crisis to Fair Trade: Livelihoods Analysis,
Protection and Support in Emergencies”, marzo de 2006.
25
 ODI (Overseas Development Institute) (2006) “Saving Lives through
Livelihoods: Critical gaps in the response to the drought in the Greater Horn
of Africa”, Informe de Humanity Policy Group.
26
 En Malawi y Zambia, entre 2002 y 2003, los donantes reaccionaron de
forma exagerada a un pronosticado déficit e inundaron el mercado con
ayuda, debilitando los precios y dañando a los productores locales (Stephen
Devereux, junio de 2002, “State of Disaster”, ActionAid).Crisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 38
                                                                                                                           
27
 OCDE (2004) op.cit.
28
 Estimaciones de Oxfam basadas en datos de la Agencia Internacional
para el Desarrollo de Canadá y sus contratistas.
29
 Programa Mundial de Alimentos (2004) INTERFAIS, Informe Anual.
30
 OCDE (2004) op.cit.
31
 Congressional Research Service Report for Congress, 2 de mayo de
2005 International Food Aid: U.S. and Other Donor Contributions.
32
 Informe de Oxfam (marzo de 2005) “¿Ayuda alimentaria o ‘dumping’ bajo
cuerda? Separando el grano de la paja”.
33
 Como bien señaló Amartya Sen, las hambrunas suelen ser el resultado
del fracaso de las titularidades al alimento, es decir, de la falta de acceso a
los alimentos por parte de las personas, y no tanto de una escasez
alimentaria como aducían anteriores teorías. El fracaso de las titularidades
puede ser consecuencia de impactos sobre las titularidades basadas en la
producción (pérdida de trabajo o reducción de sueldo), las de intercambio, o
las transferidas (como las obtenidas por herencias). Sen. A, 1981, “Poverty
and Famines: An Essay on Entitlement and Deprivation”, Oxford, Clarendon.
34
 Oxfam (2006) Kenya food crisis brief (documento interno).
35
 FAO (2005) op.cit.
36
 S. Lautze et al. (2003) “Risk and Vulnerability in Ethiopia: Learning from
the Past, Responding to the Present, Preparing for the Future”, Informe de
la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional.
37
 Oxfam food aid policy (documento interno).
38
 C. Pantaleo y S. Jaspars (2005) Cash Transfer Programming in
Emergencies, Oxfam Skills and Practice series, Oxford: Oxfam.
39
 Actualmente, Australia permite que hasta el 67 por ciento de su ayuda
alimentaria sea adquirida a nivel local; la CE permite la adquisición ilimitada
bajo circunstancias especificadas para un listado de países en desarrollo; y
en septiembre de 2005, Canadá aceptó permitir que hasta el 50 por ciento
de su presupuesto estatal de ayuda alimentaria fuera usado para la
adquisición local o regional, frente al previo 10 por ciento. Véase Canadian
Foodgrains Bank/ Oxfam Canadá (2005) “Increasing Local Purchase
Flexibility in Canadian Food Aid Procurement – An idea whose time has
come”. El Reino Unido, Bélgica, Alemania Suecia y los Países Bajos
también adquieren los alimentos a través de compras a nivel local y de
licitación ilimitada (OCDE 2004, op.cit ).
40
 Mientras que en 2004 la CE adquirió el 11 por ciento del total de su ayuda
alimentaria a nivel nacional, Australia y Canadá adquirieron el 82 y el 83 por
ciento respectivamente.
41
 La valoración de necesidades debería incluir valoraciones de los
indicadores sobre el acceso a los alimentos, además de sobre la producción
(incluyendo precios y funcionamiento del mercado) y vulnerabilidad política
y económica.39 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
                                                                                                                           
42
 Entre otros métodos figuran los de usar los sistemas bancarios locales o
tiendas para entregar la ayuda; restringir la información sobre las entregas
de ayuda/dinero; limitar el acceso a transacciones bancarias; entregar el
dinero/ayuda inmediatamente; variar el programa y las destinaciones de las
entregas; hacer desembolsos frecuentes y de pequeñas cantidades; usar
protectores civiles, como personas mayores respetadas en las aldeas, en
los convoyes de reparto.
43
 Esta cuestión forma parte de un debate mucho más amplio sobre la mejor
manera en la que los gobiernos deberían cumplir con su obligación de
proteger a sus ciudadanos. Los programas de protección social aquí
discutidos son percibidos como diferentes de las redes de protección social
temporales introducidas por el Banco Mundial, más basadas en la lógica de
compensar a las personas por los costes de transición de los ajustes
estructurales. Los programas de protección también son diferentes de
muchos de los sistemas tradicionales de seguridad social, redes de
prestaciones sociales y sistemas de prevención, que están dirigidos a
personas que no son capaces de trabajar, con frecuencia empleados del
sector formal, y que pueden implicar contribuciones personales.
44
 DFID (Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido)
(octubre de 2005) “Social Transfers and chronic poverty: emerging evidence
and the challenge ahead, a DFID practice paper”.
45
 Stephen Devereux, comunicado personal.
46
 En todas las regiones del mundo, en ausencia de determinadas políticas
públicas, la gente que vive con bajos ingresos tiene tendencia a tener una
peor dieta que aquellos en mejor posición económica.(UNICEF 2006, op.cit)
47
 Banco Mundial (2005) “Indicadores del Desarrollo Mundial”.
48
 Estos opinan que una cultura política de clientelismo y de “el ganador se
lo lleva todo” representa que el liderazgo está más centrado en aferrarse al
poder que en promover el desarrollo. La capacidad del Estado es débil
porque los puestos de trabajo públicos son asignados para satisfacer
demandas clientelistas, y no por méritos; el presupuesto del estado se
desvía para salarios; la recolección de impuestos es baja debido a las
desgravaciones fiscales; existe menos dinero para inversiones, etc. Estos
problemas son percibidos como un factor crucial a la hora de explicar las
divergencias entre las experiencias del África Subsahariana y las de Asia
Oriental. (M. Lockwood, 2005, The State They’re In: An Agenda for
International Action on Poverty in Africa, Rugby: ITDG publishing).
49
 FAO (2005) op.cit.    Amartya Sen también ha declarado con acierto que:
“A lo largo de la historia, ninguna democracia ha sufrido jamás una
hambruna",  pese a que también ha reconocido la comparable ineficiencia
de la democracia para prevenir la hambruna habitual (Sen, A, 1999,
Democracy as Freedom Anchor).
50
 Mientras que el África Subsahariana ha recibido corrientes de ayuda
bilateral para el desarrollo sin precedentes, que aumentó de
aproximadamente mil millones de dólares en 1960, a más de 30 mil millonesCrisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 40
                                                                                                                           
de dólares en 1991, ésta descendió a menos de 20 mil millones de dólares

51
 M. Lockwood (2005) op.cit.
52
 M. Lockwood (2005) op.cit.
53
 PNUD (2005) “Informe sobre Desarrollo Humano”.
54
 Una visión sugiere que, como resultado de las políticas de libre mercado
y de los recortes en la ayuda al desarrollo aplicados durante la década de
los 90, las economías africanas y los presupuestos se contrajeron, hecho
que indujo a las elites a buscar nuevas maneras de creación independiente
de riqueza. De forma creciente, los puestos públicos se percibían como una
manera de obtener rentas, y no un salario (por ejemplo, mediante el acceso
a las divisas, a los créditos subvencionados, fertilizantes, licencias de
importación), y las elites recurrieron cada vez más al comercio ilegal o en la
sombra de drogas, diamantes, armas, contrabando, caza furtiva o comercio
de esclavos, agravando los conflictos armados. En otras palabras, en vez
de desaparecer con las reformas económicas liberales, las políticas
clientelistas más bien se adaptaron a éstas (M. Duffield).
55
 Comisión para África (marzo de 2005) “Nuestro Interés Común”.
56
 Como promedio, el número de niños con un peso más bajo que el normal
es casi el doble en las áreas rurales que en las áreas urbanas de la misma
región. (UNICEF 2006, op cit). Según la FAO, aproximadamente la mitad de
las personas que padecen hambre en el mundo pertenecen a comunidades
de pequeños agricultores, mientras que otro 20 por ciento son campesinos
sin tierra y un 10 por ciento viven en comunidades cuyos medios de
subsistencia dependen del pastoreo, la pesca o los recursos forestales. El
20 por ciento restante vive en ciudades. (FAO 2004, op.cit).
57
 Véase NEPAD (2005) “Documento Marco” y Comisión para África (2005)
“Nuestro Interés Común”.
58
 FAO (2004) op.cit.
59
 www.unsystem.org/scn/achrives/npp10/ch06.htm, y
www/oecd.org/dataoecd/3/48/355543482.pdf.
60
 DFID (Departamento para Desarrollo Internacional del Reino Unido)
(diciembre de 2005) “Growth and poverty reduction: the role of agriculture, A
DFID policy paper”, y J. D. Sachs (marzo de 2005) The End of Poverty;
Economic Possibilities for our Time, Nueva York: Earth Institute.
61
 Este dinero debería ser canalizado hacia mejoras en la gestión del agua y
las tierras, las infraestructuras rurales y el marketing, a incrementar oferta
de alimentos y reducir el hambre, y a la investigaciín y tecnología agrícola.
62
 Ver el “Comprehensive Africa Agriculture Development Programme” de
NEPAD (CAADP) 2003.
63
 Unión Africana (2005) op.cit.
64
 Carl K. Eicher (2003) “Flashback: Fifty Years of Donor Aid to African
Agriculture”, Michigan State University.41 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
                                                                                                                           
65
 C. Sahley et al. (2005) “The Governance Dimension of Food Security in
Malawi”, USAID pág.18.
66
 Informe sobre Desarrollo Humano PNUD 2007, de próxima publicación,
datos extraidos de la base de datos de la OCDE. La ayuda de los donantes
para la agricultura descendió en general del 11,4 por ciento de toda la
ayuda en el periodo de 1983-1984, al 3,2 por ciento entre 2003-2004. Sólo
Australia y Austria incrementaron la proporción de ayuda al sector. El Reino
Unido y EEUU redujeron su proporción de ayuda del 11,4 por ciento cada
uno, al 4,1 por ciento y al 1,5 por ciento respectivamente. La ayuda de
Francia y Alemania descendió del 8,5 por ciento y el 9,1 por ciento
respectivamente, al 2,2 por ciento y al 2,9 por ciento. La de Canadá
experimentó un descenso del 16,1 por ciento al 7,9 por ciento durante ese
periodo (OCDE, CAD, “Informe de la Cooperación para el Desarrollo 2005”,
Tabla 18, “Principales Usos de la Ayuda por parte de Donantes Individuales
del CAD’).
67
 Unión Africana (2005) op.cit. y FAO (2005) “The State of Food and
Agriculture”.
68
 Unión Africana (2005) op.cit.
69
 El apoyo de Oxfam a los medios de vida y al desarrollo incluye: (a) apoyo
a la agricultura: acceso a fertilizantes y otros insumos agrícolas gratuitos o
subvencionados, como la semillas; ferias agrícolas para mejorar el acceso a
semillas adecuadas; formación para pequeños horticultores;
almacenamiento comunitario de cereales y bancos de semillas;
preservación de los recursos hídricos mediante la rehabilitación de
acequias, diques y pozos; regeneración de pasto y reforestación, ligada a la
formación de la comunidad sobre la gestión medioambiental; diversificación
de los cultivos y tecnologías para ahorrar trabajo; (b) apoyo a la ganadería:
repoblación de los animales mediante ferias de animales y cupones
gratuitos; cuidado veterinario, programas de vacunación y formación de
para-veterinarios; replantación de plantas de forraje y construcción de
bancos de forraje; reparación de abrevaderos y otras fuentes de agua para
animales tales como wadis y lagunas naturales; formación para la gestión
adecuada de rebaños; (c) apoyo a los ingresos: transferencias de dinero,
dinero o alimentos por trabajo, micro créditos y seguros; generación de
ingresos no agrícolas; (d) mejorar el acceso a los mercados: estabilización
de los precios, información sobre los mercados; subvención del transporte
hasta los mercados. Oxfam también organiza campañas para mejorar el
acceso de las personas a la salud y la educación.
70
 Comisión para África (2005), Nuestro Interés Común, Informe de la
Comisión para África.
71
 Lisa C. Smith y L. Haddad (2000) “Overcoming Child Malnutrition in
Developing Countries: Past Achievements and Future Choices”, Instituto
Internacional de Investigación de Política Alimentaria.
72
 Comisión para África (2005) op.cit.
73
 Palmer, R. internoCrisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 42
                                                                                                                           
74
 El riesgo comercial es considerado especialmente alto en las áreas
rurales por lo pequeño de los volúmenes que se comercian, el reducido
número de participantes, las malas infraestructuras, los altos costes del
transporte y de comunicación, la baja productividad e ingresos, y las
limitadas fuentes de ingresos alternativos. Entre estos riesgos figuran:
impactos naturales tales como el tiempo; riesgo de los precios debido a la
inestabilidad; riesgos asociados a la falta de coordinación económica tales
como que los comerciantes no sean capaces de comprar las cosechas de
los agricultores si no reciben créditos y aportaciones de otros proveedores;
y riesgos de oportunismo tales como que los prestamistas corren el peligro
de estar en mora, los agricultores en peligro por los bajos precios tras la
cosecha, o fallos en los insumos de baja calidad. Véase A. Dorward, J.
Kydd y C. Poulton (2005) “Beyond Liberalisation: Development Coordination
Policies for African Smallholder Agriculture”, IDS Bulletin 36(2).
75
 Dorward, Kydd y Poulton (2005) op.cit.
76
 FAO (2005) op.cit.
77
 Dorward, Kydd y Poulton (2005) op.cit.
78
 En Malawi, por ejemplo, el recorte de las reservas de grano y la
eliminación de los controles sobre los precios bajo las políticas del Fondo
Monetario Internacional en la década de los 90, condujo a una creciente
inestabilidad y a la subida de los precios de los alimentos. En Níger, la
disminución de las reservas de grano representó que el gobierno no tuvo
suficiente grano para estabilizar los precios de los alimentos durante la
crisis de 2005. La eliminación de los subsidios para los insumos en Malawi
en la década de los 90 también condujo al aumento masivo en el precio de
los fertilizantes. En los lugares donde los comerciantes privados han
intervenido para llenar el vacío, lo han hecho con frecuencia en términos
muy desfavorables para los agricultores pobres. En Níger, los comerciantes
compran el grano a los agricultores endeudados en áreas remotas y lo
almacenan hasta la siguiente cosecha, cuando puede ser vendido a precios
más altos (Oxfam 2002, “Muerte a las Puertas de la Cumbre”, Informe de
Oxfam; K. Watkins 1995, Informe Oxfam sobre la Pobreza, Oxford: Oxfam; y
valoraciones por  personal de Oxfam en Níger).
79
 C. Sahley et al. (2005) op.cit.
80
 S. Levy (2005) “Starter Packs: a strategy to fight hunger in developing
countries?”, CABI Pubilshing.
81
 D. Booth et al. (2006) “Drivers of Change and Development in Malawi”,
Documento de trabajo 261, ODI.
82
 DFID (diciembre de 2005) op.cit.
83
 S. Devereux, “Food Security in Ethiopia”, DFID, pág.11.
84
 T. Otsuki, J.S.Wilson y M. Sewadeh (2000) “Saving two in a billion: a case
study to quantify the trade effect of European food safety standards on
African exports”, Banco Mundial.
85
 Oxfam (2002) “Cultivando Pobreza: El impacto en África de los subsidios
al algodón de Estados Unidos”, Informe de Oxfam.43 Crisis alimentaria en África,  Informe de Oxfam, julio de 2006
                                                                                                                           
86
 Según la FAO, la proporción de emergencias alimentarias que pueden ser
consideradas como provocadas por el hombre ha aumentado con el tiempo.
A nivel global, los conflictos y los fracasos económicos fueron citados como
la causa principal de más del 35 por ciento de las emergencias alimentarias
entre 1992 y 2004, cifra que contrasta con la del 15 por ciento en el periodo
que abarca desde 1986 hasta 1991. En muchos casos, los desastres
naturales se ven agravados por desastres provocados por el hombre, que
conducen a emergencias prolongadas y complejas (FAO 2005 op.cit.)
87
 Unión Africana (2005) op.cit.
88
 PNUD (2005) op.cit.
89
Anthony Nygong (2005) “Impacts of  Climate Change in the Tropics: the
African Experience”, Universidad de Jos, Nigeria.
90
 ONUSIDA (2005) “Actualización de la epidemia del SIDA”, SSA.
91
 PNUD (2005) op.cit.
92
 ONUSIDA (2005) op.cit.
93
 ONUSIDA (agosto de 2005) “Resource needs for an expanded response
to AIDS in low and middle income countries”.
94
 Otras medidas pueden incluir: garantizar que los planes de microcréditos
tienen en consideración las necesidades de las personas enfermas (por
ejemplo, no les penaliza por perderse una reunión); realizar investigaciones
en la comunidad para identificar repercusiones y maneras de ayudar a las
comunidades, incluyendo sensibilización y prevención; apoyar proyectos de
la comunidad para ofrecer ayuda práctica a los miembros de la misma;
empoderar a las personas para que se impliquen en campañas y garantizar
el acceso a medicinas y cuidados asequibles.
95
Anthony Nygong (2005) op.cit.
96
 Algunos de los aumentos en precipitaciones y lluvias se han predicho
para África Occidental y Oriental.
97
 J. Lorimer (1999) op.cit.
98
 J. Lorimer (1999) op.cit.
99
 Christian Aid (2006) “The climate of poverty: facts fears and hope”,
www.christian-aid.org.uk/indepth/605caweek/index.htm.
100
 Memorándums del Comité Selecto sobre Desarrollo Internacional (11 de
enero de 2005), “Joint memorandum submitted by Suliman Baldo, James
Morton, Roland Marchal and Alex de Waal, Darfur in 2004, The Many Faces
of a Conflict, A Working Paper”,
www.publications.parliament.uk/pa/cm200405/cmselect/cmintdev/uc67-
i/uc67m02.htm.
101
 IRIN (Redes Integradas de Información Regional) (13 de marzo de 2006)
“Environmental health key to increasing incidence of drought”.
102
  Análisis interno del personal de Oxfam.Crisis alimentaria en África, Informe de Oxfam, julio de 2006 44
                                                                                                                           
103
 Véase el Plan de Acción para el Medio Ambiente de Unión
Africana/NEPAD.
104
 Véase por ejemplo el Programa General para el Desarrollo de la
Agricultura en África (CAADP, por sus siglas en inglés) de la Unión
Africana/NEPAD; y el informe de la Conferencia Ministerial de Ministros de
la Unión Africana del 1 de enero – 1 de febrero de 2006, Status of Food
Security and Prospects for Agricultural Development in Africa, Bamako,
Mali.
© Oxfam Internacional, julio de 2006
Este documento ha sido elaborado por Ruth Mayne con la colaboración de Alex
Renton, Michael Bailey, Nicki Bennett, Emma Naylor, Matthew Snell, Chris Leather,
Silke Pietzsch, Ann Witteveen y Mark Fried. Forma parte de la serie de
documentos escritos para contribuir al debate público sobre temas de política
humanitaria y de desarrollo.
El texto puede ser utilizado libremente en campañas, así como en el ámbito
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